Carlos Carretero, exjefe de la Policía Local de Ubrique, pactó su condena antes del juicio con el fiscal. Cuatro años de prisión. El tribunal no ha tenido que esforzarse, pues, en argumentar sobre una culpabilidad que el procesado reconoció. Lo que sí hace en la sentencia, no obstante, es apuntar unas notas sobre la personalidad de Carretero, el ideólogo de la trama, que permiten asomarse a los hechos y comprender el papel que tuvieron en ellos otros procesados. El tribunal señala que nada mejor que las propias palabras de Carretero para dibujar los trazos más gruesos de su perfil. Las palabras que proceden de una conversación telefónica "espontánea, cargada de sinceridad", con la que era entonces su esposa: "Yo soy mu listo Ana, yo soy mu listo". "Yo soy un sinvergüenza pero sé jugar con la gente". "Entiendes, yo les doy a coba a tos". "Yo soy el tío más inteligente del mundo". "Lo que yo he hecho siempre, reírme de tol mundo". Y las palabras que proceden de otra conversación, en este caso con Elisa Calvente, su entonces secretaria y hoy pareja, tras haber cobrado una sustanciosa cantidad de dinero de un cliente de la trama y bajo los efectos del alcohol: "Yo trincando billetes soy el hombre más feliz del mundo, tú lo sabes hija. Qué me gusta un billete, [cantando] qué me gusta un sobrecito, que me pongo contentito". Ahí están los "principios" de Carretero, dice el tribunal.