Andalucía

"La segunda muerte pudo haberse evitado"

  • Expertos creen que sucesos como el de Marruecos habrían tenido otro desenlace en España. Rescatan los cadáveres de Virués y Martínez

Juan Bolívar, el espeleólogo de 26 años y único superviviente de la tragedia del Atlas marroquí, es la única persona que sabrá recomponer lo ocurrido allí en los últimos siete días, desde el momento en que decidieron separarse del grupo de nueve personas que conformaban la expedición. Bolívar y los peritos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil llegados al lugar, tras recibir la autorización marroquí para intervenir en la operación de rescate.

De momento, sólo conjeturas y dos muertes. Una de ellas, la del abogado chiclanero Gustavo Virués, de 41 años, y la otra, la del inspector jefe de la Policía Nacional José Antonio Martínez, granadino y también de 41 años. El tercero de los protagonistas de esta pesadilla del Atlas se recupera en un hospital privado, aún en Marruecos.

Por lo demás, familias destrozadas e hipótesis varias sobre lo que allí ocurrió. Pero todas ellas tienen un nexo en común: la tardanza de la autorización por parte de las autoridades marroquíes y la falta de medios entre los gendarmes alauítas. Todo ello propició que los montañeros permanecieran casi seis días abandonados heridos y a temperaturas de hasta menos diez grados centígrados.

En un accidente de alta montaña, donde los minutos son vitales, los expertos determinan que buena parte del triste desenlace pudo haberse evitado. El presidente de la Federación Española de Espeleología, Juan Carlos López Casas, cree que sucesos como el ocurrido en Marruecos hubiera tenido otro desenlace en España. "Casos como este se producen muchos en España, pero aquí la Guardia Civil te rescata en 48 horas. En Marruecos la segunda muerte probablemente pudo haberse evitado porque parece que la causa ha sido una hipotermia. Después de tres días con el cuerpo mojado la temperatura baja y el corazón se para", ha explicado a Efe.

En términos similares se expresaba ayer el Jefe del Grupo de Montaña de los Bomberos de Ubrique, Juan Carlos Chacón. "Tanto el grupo de espeleosocorristas españoles, como la propia Guardia Civil, habrían sacado la situación adelante, pero casi no les han dejado acercarse".

El final del rescate llegaba ayer, cuando los cuerpos de Gustavo Virués y José Antonio Martínez fueron sacados por fin del fondo del barranco al filo del mediodía, si bien no iban a poder ser trasladados aún hasta Ouarzazate a causa del mal tiempo.

Fuentes cercanas al lugar de los hechos relataron que la operación fue muy complicada debido a la orografía del barranco donde habían caído, de una profundidad de 400 metros y con paredes muy estrechas.

Y, a partir de ahí, más conjeturas. Por su parte, el Gobierno marroquí acusa a los tres montañeros de "correr un enorme riesgo" por acceder a la zona sin un guía profesional, según recogieron medios españoles.

Y desde la parte española, familiares y amigos del grupo de expertos aventureros y expertos en espeleología ponen en duda si la Gendarmería Real marroquí contaba con personal y medios suficientes como para enfrentarse a solas con el peligroso rescate. A este respecto, el presidente de la Federación Andaluza de Montañismo (FAM), Julio Perea se aventura a decir que "el desenlace podría haber sido otro" si el operativo del Gobierno español hubiera actuado antes en la zona.

La Gendarmería marroquí probablemente no cuenta con el equipo específico de rescate en cavidades, ya que en este país "no hay demanda social de actividades de este tipo", ha declarado el portavoz de la Federación Andaluza de Espeleología, José Enrique Sánchez.

Y, desde el Gobierno español, el presidente Mariano Rajoy quiso quitar hierro al asunto diciendo que las autoridades del reino alauí hicieron "un gran esfuerzo", mostraron "buena voluntad y afán de colaboración" y "desde el minuto uno" estuvieron en contacto con los españoles. Mientras tanto, el área dirigida por el ministro José Manuel García-Margallo trata de agilizar los trámites para repatriar a los dos fallecidos lo antes posible, según fuentes diplomáticas citadas por medios españoles.

Infinitamente más tajante se mostraba José Morilla, compañero de los espeleólogos fallecidos, que aseguró que "Gustavo Virués ha muerto en la montaña, pero a José Antonio Martínez lo han matado entre el Gobierno español y el marroquí".

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