Provincia de Cádiz

Un puente para empujar la economía

  • Las cuevas de Setenil son el mejor reclamo para llenar de visitantes sus calles El sector confía en cerrar con buenos resultados para animar la industria turística de la Sierra

Es un pueblo debajo de una roca. Así lo vendió, hace poco, una televisión nipona, que incluyó a Setenil de las Bodegas, dentro de los puntos más singulares de Andalucía. "Para ellos este pueblo es muy pintoresco. Aquí llegan para pintar las rocas", comenta Juan, propietario del restaurante Casa Palmero mientras se prepara para acoger a las decenas de comensales que durante la jornada demandarán, una y otra vez, como plato estrella las migas setenileñas. Fuera, en la plaza de Andalucía, un policía local no para de atender a forasteros, que le preguntan por todo. Por los accesos, los aparcamientos, las cuevas, mientras a un metro de él, un puñado de abuelos de este municipio de la Sierra, aprovechando el solecito mañanero, arregla el mundo.

No sólo los japoneses se maravillan del original entramado casi troglodita de Setenil. Muchos de aquí hacen honor patrio del excepcional tajo que el río Guadalporcún ha silueteado sobre la roca. Las originales calles llamadas Cuevas de la Sombra y Cuevas del Sol son fiel reflejo para tomar el pulso a este puente de la Inmaculada, que atraviesa hoy su ecuador, en la Sierra de Cádiz. La comarca vive estos días el puente más importante de su calendario con una gran afluencia de público, que el sector turístico espera que deje beneficios a las economías locales.

Como muestra, poblaciones como Grazalema cuelgan desde este viernes el cartel de completo por su importante tirón turístico. Por ejemplo, su popular Villa Turística tenía hace dos meses casi la totalidad de sus reservas comprometidas para estos días. El magnífico enclave que ofrece el Parque Natural de la Sierra de Grazalema es un atractivo de peso que se vende por sí mismo.

Pero tampoco se quedan rezagados pueblos como Setenil, donde los alojamientos están casi al completo. Las previsiones de partida para el conjunto de la comarca apuntaban al principio de este puente una ocupación media del 77%, aunque las poblaciones antes mencionadas superan esa cifra. Sí es importante resaltar que las pernoctaciones han subido en más de un 12% por ciento durante este puente de cuatro días, con respecto al año pasado, que ha acogido de muy buen grado el sector turístico local. Otros enclaves muy demandados son Arcos, Ubrique, Zahara de la Sierra, El Bosque, entre otros muchos.

"Ahora mismo es casi imposible encontrar un alojamiento en Setenil", explican en la tienda la Cueva del Ibérico, un establecimiento dedicado exclusivamente a la venta de productos de la zona como el afamado queso serrano, la chacina local o el reconocido aceite de oliva de Setenil. El propietario es Daniel Camacho, que se embarcó en esta iniciativa, precisamente, hace cuatro años, un Día de la Constitución. En su tienda huele que alimenta. Los jamones, colgados, se secan besando casi la pared de la cueva en la que se localiza este comercio. Un forastero acaba de llevarse uno de ellos. Aprovecha la cercanía de las próximas fiestas navideñas. El cerdo ibérico de bellota está criado a poca distancia, en la finca La Meseta. Un manjar que Camacho mima al cortarlo a cuchillo mientras lo observan varios clientes.

En plena crisis económica, parece que el negocio marcha a tenor de la gente que entra en la tienda. Los propietarios de la Cueva del Ibérico dicen que la calidad es muy importante para ellos. "Es nuestra garantía".

A menos de un metro, el paseo prosigue por las Cuevas de la Sombra. Elisa, la propietaria del comercio La Casita, también dedicado a los productos típicos de la Sierra, cuenta, con desparpajo, que esta pintoresca vía coronada por un pedazo de roca, es la única calle de Andalucía por donde el sol no puede colarse. Ella confía en cerrar un puente con buenos resultados. Nada que ver con el año pasado, que la lluvia menguó las visitas y los beneficios. Además, la homogeneidad del calendario de la Constitución y la Inmaculada han ayudado a que los visitantes aumenten el número de pernoctaciones, que a ellos también les ayuda. "Las perspectivas son buenas. Pero hay que reconocer que la gente no gasta dinero. Las compras han bajado hasta un 60%. La gente pregunta mucho los precios. Dan paseos, pero gastan poco", reflexiona mientras enseña el género a sus clientes. Acaba de entrar un grupo de sevillanos a su despacho con ganas de comerse con los ojos el queso, los chicharrones y todo el género. Han optado por Setenil. Se quedan en el hotel de Tugasa, que gestiona la Diputación provincial. La segunda parada es en el otro eje del tajo, en las Cuevas del Sol, donde el respetable aprovecha cada hueco, en las terrazas, para dar cuenta de bocados como las célebres masitas de chorizo, típica de estos lares.

"Los meses de octubre y noviembre ha sido muy buenos para nosotros. Ha venido gente a diario y los fines de semanas hemos estado a tope", recalca Juan, el dueño del restaurante Palmero, un establecimiento abierto desde hace 45 años, en el centro de Setenil. Ellos han reforzado las viandas y la mano de obra para atender con tranquilidad estos días a su clientela.

Cabe recordar que la Asociación de Turismo Rural de la Sierra de Cádiz, que estrena en este puente el Centro de Iniciativas Turísticas, ubicado en Prado del Rey, confía en que haya buenos resultados para el sector comarcal, que ha realizado un esfuerzo para lanzar paquetes atractivos para mantener esta industria vital para la comarca.

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