La resaca de la nieve ha dejado en la Sierra cifras más que optimistas para el sector hostelero. No podría haber sido más oportuna la primera nevada de este invierno que cayó el sábado pasado, al arranque del puente de Andalucía. Este atractivo provocó una auténtica avalancha de visitantes en municipios como Grazalema y Villaluenga del Rosario, hasta donde los copos asomaron, y, de paso, supuso un beneficio para poblaciones de los alrededores como Benaocaz, Ubrique, El Bosque, Zahara de la Sierra, Benamahoma o Prado del Rey, que vieron cómo numerosos turistas se acercaban a bares, ventas y tiendas. Tras la resaca, vienen los balances.

"Desde que empezó la crisis ha sido el mejor puente del Día de Andalucía que se recuerda", dijo ayer el alcalde de Grazalema, Carlos Javier García, tras analizar con el sector local la afluencia. Y es que el tirón de Grazalema ha quedado patente estos días en los que numerosas personas se decidieron por este destino, que ocasionó un 100% de ocupación en hoteles y casas rurales. Si las perspectivas para este puente se dibujaban muy bien con días de antelación por las reservas anticipadas, la nieve, en palabras del alcalde de Villaluenga del Rosario, Alfonso Moscoso, "ha venido a sumar más". "Ha sido un plus para todo el pueblo. Fue un puente apoteósico. Todos los adjetivos se quedan pequeños", argumentó.

Si estas poblaciones han visto mejorada sus cuentas de resultados con la primera nevada de este invierno, otros municipios de entrada a la Sierra se han beneficiado de estas sinergias. Así, el presidente de la Asociación de Turismo Rural de la Sierra de Cádiz, Antonio Fernández, habla de un 80% de ocupación media en la comarca durante este puente de Andalucía. Además, destaca los beneficios que han tenido ventas o restaurantes, destinos de muchos visitantes que optaron por echar el día, sobre todo el domingo, en algún pueblo de la comarca.

Pero, ¿los municipios tienen capacidad de reacción ante avalanchas como las vividas tras la caída de la nieve?. "Nunca te esperas que vaya a venir tanta gente. El sábado y domingo había colas desde las once de la mañana. Hablamos de un tránsito de unos 3.000 coches", explica el alcalde de Villaluenga, que dice que el Ayuntamiento que dirige ya estaba preparado, de antemano, para acoger a los turistas, adecuando el tráfico, la señalización específica con vallas y las bolsas de aparcamiento.

En Grazalema, la Policía Local contabilizó una de las mañanas del puente unos 2.700 vehículos. Tanto es así, que el domingo por la mañana era visible una gran serpiente de coches en busca de la nieve, que transitaba entre Benamahoma y Grazalema, por el puerto del Boyar, que ocasionó importantes retenciones y que obligó a más de uno a darse la vuelta. "Se han llenado todos los establecimientos, tanto céntricos como periféricos. Hay restaurantes que han dado comidas hasta las seis de la tarde", resumía el alcalde de Grazalema, quien asemeja el volumen de negocio de estos días con el que se produce cuando se celebra la fiesta de los bandoleros. El regidor añade que su pueblo es "un referente dentro del turismo de interior, con capacidad suficiente para dar respuestas a los visitantes". En los mismos extremos se pronuncia el regidor payoyo, Alfonso Moscoso: "La Sierra tiene suficientes infraestructuras y capacidad para dar servicios de calidad gracias al trabajo realizado por el sector turístico durante los últimos 15 años", anotó.