La programación veraniega diseñada por el Ayuntamiento de Puerto Real llegó a su fin en la noche del domingo y los puertorrealeños lo celebraron en petit comité.
La llamada del consistorio no causó entre la población el efecto esperado pese a que se había anunciado como una "gran fiesta" y contaba con un amplio cartel de artistas invitados que en otras ocasiones han conseguido llenar espacios por sí solos, como es el caso de la Orquesta Casabyanca, Fran Ocaña o la coplera María Ángeles Marín.
Quizás la celebración en una noche de domingo, con un lunes laborable por delante, tuvo algo que ver, o simplemente el público encontró otras alternativas. Lo cierto es que la plaza Alberti presentaba un vacío poco habitual. Tampoco la pequeña función de fuegos artificiales tuvo demasiado atractivo y el público era aún menor que en el concierto de despedida. La función no comenzó ni a las 23:00 horas, como ocurre en la Feria, ni a las doce en punto como es habitual en otras celebraciones. Eran las 00:20 horas cuando sonó el primero de los cohetes y para entonces parte del público ya se había marchado.
Pese a la poca afluencia del respetable, todos y cada uno de los artistas que participaron en el espectáculo ofrecieron una actuación ejemplar y se entregaron con los que sí decidieron poner un broche final a una programación veraniega, que se despide hasta el verano que viene.
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