Tribunales Cádiz

Acepta ir a prisión tras asaltar cinco comercios de Puerto Real en menos de una hora

  • El ladrón, condenado a cinco años de cárcel, amenazó a algunas de sus víctimas con un cuchillo

El estanco donde el ladrón no llegó a consumar el robo.

El estanco donde el ladrón no llegó a consumar el robo. / C.P.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz ha condenado en firme a un vecino de Puerto Real a cinco años de cárcel por perpetrar varios robos en la localidad amenazando a sus víctimas con un cuchillo. El hombre, en prisión provisional por esta causa, evitó la celebración del juicio toda vez que admitió ser el autor de los hechos por los que venía siendo acusado.

La sentencia recoge como hechos probados que el 8 de octubre de 2019, el ladrón asaltó cinco comercios en menos de una hora. Así, sobre las 12:45 horas, el atracador tapó su cara con una camiseta, cogió un cuchillo y entró en un estanco de la localidad puertorrealeña. Trató de acceder al habitáculo de seguridad del local para apoderarse de lo que allí encontrara. Para ello, hizo fuerza manualmente sobre el pomo de la puerta de ese recinto, que estaba cerrada. Como no consiguió su propósito, abandonó el negocio. 

A continuación, el hombre se dirigió a otro establecimiento de Puerto Real, en concreto, a una barraca. Accedió con la cara tapada con una braga y, esgrimiendo el mismo cuchillo contra la dependienta y propietaria del comercio, le dijo "esto es un atraco, dame todo lo que tengas". La mujer abrió entonces la caja registradora, de la que el atracador cogió 60 €. Acto seguido, abandonó el local.

Minutos más tarde, a las 13:30 horas aproximadamente, el ahora condenado volvió a cubrir su cara con una braga, entró en otro establecimiento de la Villa y nuevamente esgrimió el cuchillo frente a un empleado al que le refirió "dame todo lo que tengas", si bien, ante la negativa del mismo y al dirigirse el trabajador hacia él para hacerle frente, salió del local. En su huida, perdió el arma que portaba.

Acto seguido, sobre las 13:50 horas, el ladrón se desplazó hasta un supermercado, propinó un fuerte empujón a una cajera y le ordenó que abriera la caja, lo que ésta no hizo. El atracador salió corriendo ante la intervención de los clientes que allí se encontraban.

Por último, el delincuente acudió a otro comercio del municipio y, una vez más, increpó al dependiente para que le diese todo lo que tenía. Ante la negativa de éste, que tomó una percha para amedrentarle, se dio a la fuga sin tomar objeto alguno.

El juez decretó que se le abonase para el cumplimiento de la pena impuesta el tiempo que ya ha estado privado de libertad. 

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