defensa | El buque insignia de la armada se pone a punto en los astilleros

Una pintura "vital"

  • El 'Juan Carlos I' pinta su cubierta de vuelo al completo por primera vez desde su entrega a la Armada

  • Estará en Navantia-Cádiz 45 días

El Juan Carlos I ha cambiado de muelle base por unas semanas. El buque insignia de la Armada está en Cádiz, en Navantia, y desde la carretera de Astilleros se puede divisar su estructura, alterada por tubos, andamios y unas carpas que, por los trabajos, se están colocando en la cubierta de vuelo.

Precisamente esa cubierta de vuelo, que ha presenciado alrededor de 7.000 tomas de aeronaves desde 2010, año de su entrega, es el lugar del mayor barco de guerra construido en España donde se están concentrando los trabajos. De popa a proa, trabajadores de la factoría gaditana y de las auxiliares realizarán un pintado completo de la cubierta, algo "vital" y "fundamental", en palabras del comandante del Juan Carlos I, el capitán de navío José Lago Ochoa, que en una vuelta por el buque explica a Diario de Cádiz la cuestión principal que les ha traído de Rota a Cádiz.

"Para nosotros es una obra de gran envergadura. Desde que el barco fue entregado en 2010 a la Armada hemos estado haciendo retoques a medida que íbamos necesitando en la zonas con más desgaste, pero hemos estado operando siete años con la pintura original", afirma el comandante. "Ha llegado el momento porque la importancia es vital. Son muchas tomas y la cubierta de vuelo tiene que estar en perfectas condiciones para poder realizarlas", manifiesta.

Los operarios ya han comenzado los trabajos en la popa de la nave de la Armada. Allí se está levantando a presión toda la pintura vieja para luego proceder a chorrear la nueva en alrededor de unos 5.000 metros cuadrados. Como medida de protección, toda esta labor se realiza bajo unas carpas que al principio eran blancas, pero que poco a poco se están tornando negras, como los rostros de los operarios al salir de ellas.

La obra no entra dentro de los periodos de mantenimiento rutinarios del buque, aunque aprovechando la parada se están realizando distintas acciones "correctivas y preventivas habituales". El Juan Carlos I estará unos 45 días en el astillero de Cádiz -entró la semana pasada- y dará faena a unas cien personas, según confirmaron desde Navantia. La nave ya estuvo en esta misma factoría para las obras que se realizaron durante su primera varada obligatoria, en 2015, y que se tendrá que realizar cada cinco años. "Esto no tiene nada que ver, no entra en esos periodos de mantenimiento. Se ha elegido el mejor momento para el pintado, que es el verano, por las condiciones de temperatura y humedad adecuados, y se ha compaginado con la actividad operativa del barco", añadía Lago Ochoa. Desde este buque han despegado una gran cantidad de aeronaves de la Armada española y de otras marinas y ejércitos, "llevamos más 6.000 tomas y se han hecho con toda seguridad". "Ninguna nave ha sufrido daños por problemas de pintura, pero está casi al final de su vida útil y, bueno, ha llegado el momento de realizar un nuevo pintado completo de la cubierta de vuelo", añadía.

El comandante valoraba la capacidad y buen hacer de Navantia. "Es una empresa que ofrece garantías. La relación Armada-Navantia es mucho más que una relación empresa-cliente. Somos casi socios estratégicos. A la Armada le interesa que Navantia sea lo más fuerte posible y de ahí todo el apoyo que prestamos a la industria de defensa nacional. Y a Navantia le interesa que la Armada tenga los mejores barcos posibles, porque al fin y al cabo somos su mejor escaparate allá donde vamos".

Después del verano, y estrenando cubierta de vuelo recién remodelada, el Juan Carlos I volverá a la acción. Mientras, estos días parte de su dotación aprovecha para disfrutar los permisos y a los que siguen en el barco, un 40%, no les viene mal estar unas jornadas en Navantia. "Hay mucha gente de la dotación que vive en San Fernando o en Cádiz y aunque ha sido una decisión logística venir a esta factoría y no realizar el pintado en los muelles de Rota, en nuestra base, prácticamente nos da igual".

El año del 'Juan Carlos I'

El buque anfibio portaeronaves Juan Carlos I, construido en Ferrol y con base en Rota, empezará a funcionar tras esta inmovilización participando en los actos conmemorativos del Centenario de la Aviación Naval que tendrán lugar en las instalaciones militares roteñas a mitad de septiembre. Luego, participará en un importante ejercicio internacional de la OTAN, que le llevará a Toulon (Francia), donde podrá demostrar, entre otras, "sus excelentes capacidades como plataforma de mando y control de operaciones anfibias", explicó el comandante del buque. Justo antes de entrar en el astillero de Cádiz, ha participado en el ejercicio principal de la Flota de este año, el Flotex-17, donde tuvieron presencia hasta 29 barcos y que "como es habitual, nos trajo a la Sierra del Retín y a la Base de Rota, donde se desarrollaron parte de las operaciones anfibias".

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