El patrón del pesquero «Nueva Pepita Aurora» ha declarado hoy durante más de dos horas en el juzgado de número 3 de Algeciras, después de que la Fiscalía decidiera en agosto llamarlo a declarar como imputado, sin que el magistrado haya decretado medidas cautelares como exigía la acusación particular.

En declaraciones a los periodistas a la salida de los juzgados, uno de los abogados de las viudas de los marineros fallecidos en el hundimiento del Pepita Aurora, Ramón Dávila, ha afirmado que el patrón, José Vega, ha contestado a todas las preguntas, excepto a las relacionadas a la tripulación.

Ha explicado que de los 16 marineros que navegaban en la embarcación, el patrón sólo había informado de 15, ya que uno de ellos era jubilado.

Además, según Dávila, Vega ha reconocido que desconocía la nueva campaña de la Dirección General de la Marina Mercante sobre el peso de las redes que podía transportar en el barco, ya que en el momento del siniestro llevaba un total de 7.000 kilos, cuando lo permitido son 2.000.

Por tanto, los abogados de las víctimas han declarado que estas afirmaciones constatan que la Marina Mercante no había desarrollado la campaña informativa entre los marineros de Barbate, tal y como había afirmado.

Dávila ha asegurado que el magistrado no ha dictado medidas cautelares para Vega, y ha añadido que esta decisión se tomará una vez que estudie tanto el informe elaborado por la Comisión de Investigación de Siniestros Marítimos de la Dirección General de la Marina Mercante tras el siniestro.

Según el informe, a pesar de que el libro de estabilidad recogía que sólo existía un depósito, el barco contaba con tres y, por tanto, con mayor peso, aunque este factor no fue la causa de que volcara el buque.

Sin embargo, el informe apunta que la línea de flotabilidad del barco estaba más baja de lo normal, por lo que el pesquero navegaba semihundido.

De este modo, los dos factores que determinaron la flotabilidad del barco fueron que el peso de las redes era muy superior a lo permitido (8,5 toneladas frente a las 2 que debía portar) y, sobre todo, que el barco disponía de unos agujeros de desagüe que se encontraban taponados.

El fiscal ha señalado que desconoce si el taponamiento de estos agujeros pudo hacerse por una reforma no permitida por la Dirección de la Marina Mercante.

El letrado ha concluido que existen muchas dudas e incógnitas y ha reiterado la necesidad de que se recupere el barco para avanzar en las investigaciones.

Por ello, el temporal propició que comenzara a caer agua en el interior del barco que no pudo ser desaguada y que provocó el hundimiento.

El pesquero «Nueva Pepita Aurora» naufragó en aguas del Estrecho de Gibraltar en septiembre de 2007, lo que causó la muerte a tres marineros, mientras otros cinco desaparecieron