Estirando una tela celeste, tensándola con chinchetas clavadas en una estructura de madera muy bien medida, todo cuadrado y calculado al milímetro, se recreaba el cielo bajo el que se va a representar el nacimiento del niño Jesús, la llegada de los Reyes Magos y la adoración de los pastores. Es el primer paso del 'nacimiento del nacimiento': el belén municipal empieza a tomar forma.

Se instala en el Centro Cultural San José, donde se trabaja con delicadeza y sin prisas pese a que se inaugurará en menos de una semana. "Ahora lo que estamos haciendo es formar un puzzle, unir todas las piezas del belén que terminamos en la Asociación a finales de agosto", explica el presidente de la entidad belenista, Francisco Manuel García Llamas.

El mayor premio es que visiten nuestro Belén, no hay que tener apuro de llamar a las casas"

Hace seis años que la Asociación Belenista Ángel Carlier cambió su dinámica y está funcionando muy bien. "Aunque pueda parecer una locura, el trabajo del Belén comienza el primer viernes del mes de febrero", asegura. Así, cuando la ciudad está volcada en el carnaval, los belenistas empiezan a trabajar en las primeras estructuras y piezas que verán la luz diez meses después. Eso les permite trabajar "sin prisas" y detenerse en enseñar a quienes llegan a la Asociación con ganas de introducirse en el mundo del belenismo. "Si vamos con tiempo podemos repetir las cosas las veces que haga falta porque muchos de los que trabajan en este nacimiento están aprendiendo y se enfrentan a su primer diseño en grandes dimensiones", explica García Llamas, que dirige los trabajos.

Comenzar pronto también permite que los miembros de la Asociación puedan, a partir de septiembre, dedicar tiempo a sus propios belenes. También, quienes no instalan nacimiento en sus casas o asociaciones, colaboran en la realización de material que luego ponen a la venta en el mercadillo belenista que cada año organizan para recaudar fondos para la entidad.

Es el propio presidente García Llamas quien realiza el diseño y "el resto de compañeros aceptan que yo veo lo que ellos no pueden ver hasta que empieza a tomar forma. El diseño está en mi cabeza y confían en mí. Además, ya tengo claro cual será el del año que viene", adelante sonriente.

El próximo jueves, a las siete de la tarde, se inaugurará un nacimiento que este año será muy distinto, un tanto inusual. Siempre se pretende innovar y buscar nuevas escenografías para sorprender a quienes lo visitan. García Llamas adelanta que será un paisaje alpino, con casas con techos a dos aguas y chimeneas. "Como siempre habrá a quien le encante y a quien no le guste, con eso siempre contamos, pero se ha hecho con mucho cariño, mucho trabajo y uniendo la experiencia de belenistas veteranos con gente que se incorpora ahora".

Es muy difícil calcular las horas de empeño que supone el Belén Municipal. La realidad es que, aunque el "horario fijo" de trabajo son las tardes de los martes y viernes de casi todo el año, es rara la semana que no se le añade algún día más. Al fin y al cabo, es un rato de convivencia, de compartir una afición y disfrutar con el simple hecho de que luego se reconozca el trabajo con una visita. Esa es la única petición de los belenistas: que se hagan rutas por los nacimientos instalados.

"Que nadie tenga apuro de ir a una casa y llamar al timbre. Si aparece en la guía de belenes es porque se puede visitar y nosotros estamos encantados de que vayan las familias a conocer lo que hemos hecho durante muchos meses. Esa es nuestra verdadera recompensa", asegura el belenista.