"Terrorismo industrial". Así es como se resumió hace poco más de una semana el anuncio del cierre de la planta de Visteon. Y ayer fue la expresión que más se repitió durante la primera de las protestas que la plantilla ha llevado a cabo tras el fatídico 23 de junio, día en que los máximos responsables de la multinacional de componentes para automóviles informaron de sus intenciones sobre la factoría radicada desde hace 22 años en el Tecnoparque Bahía de Cádiz.

Más de un millar de personas, según estimaciones de los sindicatos CC.OO. y UGT y del comité, se concentraron en la mañana de ayer en la plaza del Polvorista de El Puerto (frente al Ayuntamiento) para exigir el mantenimiento de la actividad en Cádiz Electrónica. Parte del colectivo de trabajadores, muchos de ellos vestidos con su indumentaria de trabajo (con bata blanca), acudió a la protesta acompañados por familiares, incluidos niños (algunos de ellos portaron pancartas donde se podía leer 'Con el trabajo de los papás no se juega. Para jugar ya están los niños'). No obstante, la gran mayoría optó por ponerse unas camisetas de color naranja (esta es la tonalidad del logotipo de Visteon) con el lema ya consabido: "Ford Visteon, terrorismo industrial". Y el presidente del comité, Bartolomé Bruzón, incidió en esta idea cuando se dirigió a los asistentes: "En esta Bahía tenemos un azote endémico que se llama terrorismo industrial". "No podemos permitir que se pierda un puesto de trabajo más en esta provincia", agregó.

Tal y como estaba previsto, fueron arropados por trabajadores de otras empresas como Airbus, Gadir Solar (empresa en la que días atrás se ha anunciado un ERTE para toda la plantilla) o Alestis. También estuvieron presentes, y en un importante número, los ex empleados de Delphi. Juan Manuel Cortina, de Gadir Solar, señaló: "No entendemos como pueden cerrar una planta de alta cualificación, con bajos índices de absentismo y con beneficios. Esto es una deslocalización pura y dura de la actividad". Mientras, José Rodríguez, ex de Delphi, apuntó en la misma dirección: "La provincia de Cádiz tiene que levantarse para defender su puesto de trabajo porque primero fue Delphi, ahora Visteon y en Gadir Solar ya hablan de expedientes de regulación".

Alrededor de hora y media duró la concentración que estuvo complementada por una reunión del comité de empresa con los portavoces de los cinco grupos políticos que tienen representación en el Ayuntamiento portuense (PP, PA, PSOE, IU e IP). Al terminar todos los grupos emitieron un comunicado conjunto donde expresaron su disposición a no escatimar esfuerzos para "apoyar a los trabajadores y luchar" contra la decisión de Visteón. Como medida de apoyo se anunció, además, que en el próximo Pleno (previsto para finales de mes) se aprobará una moción conjunta contra el cierre de estas instalaciones. Además, en el balcón del Consistorio se ha dejado una pancarta con el lema 'Ford Visteon despide a 450 trabajadores en la Bahía. Otra vez Cádiz'.

Mientras tanto, el alcalde de la ciudad, Enrique Moresco, se dirigió a los concentrados para expresar su apoyo al colectivo de empleados. "Esta planta ha sido ejemplar durante todos estos años y todos nos podemos sentir orgullosos de ella y de sus trabajadores. Ha obtenido muchos reconocimientos mundiales y ha demostrado ser viable", dijo.

Concluida la manifestación, parte del colectivo de trabajadores regresó a la planta aunque, tal y como está ocurriendo desde el anuncio del cierre, esta no tenga actividad. La producción se paró, sin previo aviso, en el momento que se le comunicaba al comité la decisión de cerrar. Los empleados han tratado de reanudar la actividad durante estos días pero se han visto con la imposibilidad de hacerlo ante la falta de piezas (aseguran que los directivos han ordenado que se envíen a otras plantas de la multinacional como la de Portugal). Ante esto, y a petición de la Delegación Provincial de Empleo, los empleados han realizado un informe sobre la falta de carga de trabajo y la situación de la maquinaria tras la paralización de la actividad que ha sido remitido a la Inspección de Trabajo por si hubiera algún tipo de incumplimiento de la normativa laboral. Pero, la plantilla lo tiene muy claro: Visteon quiere llevarse la actividad a otras instalaciones. O, lo que es lo mismo, deslocalización. "Sabemos que hay clientes que reciben piezas de China", comentó ayer Luis Miguel Barroso. En otras palabras: "terrorismo industrial".