El sector naval en la Bahía de Cádiz

El ministro "sensible" y "que siempre se pone al teléfono"

  • Montoro, elogiado en un acto electoral en La Isla El ministro habla de crecimiento y bajada de impuestos

El propio ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, reconoció ayer en La Isla lo poco acostumbrado que estaba a los halagos. En su cargo -y máxime en los complicados tiempos que corren- no se prodigan las palmadas en la espalda cada vez que acude a un acto público. Por eso el ministro que pidió perdón a los españoles por subir los impuestos en plena crisis -ayer lo recordó durante su intervención- se sorprendió de la cálida acogida que le dispensó La Isla, donde apenas tuvo tiempo para estrechar manos, saludar y hacerse fotos con uno y otro. Y no todos los que se acercaban eran militantes del PP. En el restaurante de San Fernando en el que se celebró el acto político se dieron cita también empresarios locales, representantes de colectivos sociales, del movimiento vecinal...

Loaiza y Sanz, que hicieron de teloneros en el acto electoral, alabaron también su "sensibilidad", además de su "capacidad", y coincidieron al referirse a Montoro como "el ministro que siempre se pone al teléfono".

"Tengo que venir a San Fernando para que se hable bien de mí", llegó a advertir el invitado, que admitió la dificultad política que entrañaba ocupar la cartera de Hacienda en época de crisis. "No son lugares cómodos para estar en política", concedió. "Es duro, exigente y comprometido, pero no hay nada como trabajar por España, servir a tu país y ver cómo prospera, porque lo vamos a volver a hacer, lo estamos haciendo: vamos a sacar a España de la crisis".

Montoro basó su discurso en la reactivación económica y el crecimiento y lo apuntaló con la anunciada carga de trabajo que devolverá la actividad a los astilleros de Navantia en la Bahía y con el compromiso de que el Gobierno bajará los impuestos a partir del próximo mes de enero. El ministro, siguiendo la receta de campaña del PP, echó mano a la recuperación para pedir el voto en las elecciones al Parlamento europeo que se celebrarán el próximo domingo. Defendió el "esfuerzo" llevado a cabo en los dos últimos años y medio en una España "que estaba al borde del colapso". "Han sido dos años de reformas estructurales y cambios en las relaciones laborales, de saneamiento del sector bancario y de las administraciones públicas, de reformas que son fundamentales y que permiten que España esté a la cabeza del crecimiento económico en Europa", advirtió.

Eso sí, reconoció, es un crecimiento "todavía pequeño y, sin duda, no lo suficientemente potente", pero bastante para que desde el Gobierno se afirme que "dejamos atrás los malos tiempos y la crisis económica".

De la cita electoral que se celebrará el próximo domingo dijo el ministro de Hacienda que era "vital". Y lo resumió con una explícita pregunta retórica que lanzó al auditorio: "¿Pero de verdad todavía no hemos aprendido lo importante que es mandar en Europa?", inquirió. "Pues si no mandamos nosotros, nos van a mandar", afirmó.

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