Nueve años y nueve meses de prisión es la pena que ha impuesto la Audiencia Provincial del Cádiz a un vecino de Arcos acusado de intentar matar a su pareja golpeándola varias veces en la cabeza con un martillo de grandes dimensiones. En concreto, el tribunal de la Sección Tercera lo ha condenado por los delitos de homicidio en grado de tentativa y amenazas leves.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Juan José Parra, da por probado que el ahora condenado y la víctima mantuvieron una relación sentimental sin convivencia cerca de tres años. Ella vivía en un pueblo de la Sierra de Cádiz mientras que él residía con su madre en la localidad sevillana del El Cuervo.

El día de los hechos, el 16 de julio de 2017, la pareja volvía en coche de Chipiona –donde habían pasado el fin de semana con unos amigos– cuando el procesado comenzó a decirle a su novia que “era muy chula, que siempre había que hacer lo que a ella le saliera del coño, que era muy temprano para marcharse de Chipiona y que se estaba aprovechando de él”. El encausado también la amenazó con dar un volantazo al vehículo mientras ella conducía.

Hubo “riesgo vital” para la víctima, que tardó 274 días en recuperarse de las lesiones físicas

Una vez que llegaron a El Cuervo, continúa la resolución judicial, el acusado emprendió una nueva discusión con su pareja, esta vez en el patio de la casa donde vivía con su madre. Durante el transcurso de la pelea, él la cogió por la camiseta, le reprochó que le había arruinado la vida y la metió en el cuarto de pilas, pese a la oposición de ella, que se agarraba a la puerta.

Acto seguido, el agresor llevó a la víctima a un pasillo, se agachó y, “con ánimo de acabar con su vida, cogió una machota –un martillo de 22 centímetros de mango y 18 centímetros de cabeza– y le dio un primer golpe en la cabeza”. Ella logró cogerle la mano mientras le suplicaba que se calmara.

En ese instante, entró la madre del encausado para intentar mediar y frenar la trifulca, si bien su hijo forcejeó con ella para apartarla y la tiró. Entonces él tomó nuevamente el martillo y “le dio otros dos machetazos en la cabeza” a su pareja, quien cayó al suelo encima de una bicicleta y terminó por perder el conocimiento. Según recoge la sentencia, la situación cesó gracias a una nueva intervención de la madre del acusado.

La víctima fue trasladada por un vecino al centro de salud de El Cuervo y recibió los primeros auxilios. De allí fue trasladada al hospital de Lebrija y después, al hospital Virgen del Rocío, donde fue intervenida para una reposición de colgajo óseo por una fractura con hundimiento, entre otras secuelas. Para la estabilización de las lesiones sufridas por la mujer, se precisaron 274 días. Así, en vista de los daños sufridos, el tribunal ha dictaminado que “sí existió riesgo vital para la paciente”.

Él intentó suicidarse tras lo sucedido, según fuentes oficiales

Tras lo sucedido ese 16 de julio, el agresor salió huyendo de su domicilio en un vehículo de su propiedad, pese a estar privado del permiso de conducir. Abandonó el turismo en una zona conocida como El Rosario y siguió a pie. Llegó a invadir la calzada y fue atropellado. Según confirmaron fuentes institucionales en su día, todo apuntaba a un intento de suicidio.

El vecino de Arcos pudo salvar la vida tras este incidente y se encuentra privado de libertad por esta causa desde el 1 de agosto de 2017. Ahora, la Audiencia de Cádiz ha acordado prorrogarle la prisión provisional hasta la mitad de la pena impuesta, esto es, hasta el 15 de junio de 2022, “ante la necesidad de protección de la víctima y el evidente riesgo de fuga del acusado”.

Esta sentencia no es firme y puede ser recurrida en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.