La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a una mujer de El Puerto a tres años de internamiento en un centro psiquiátrico por prender fuego a una vivienda y amenazar con un cuchillo a dos menores de edad que le recriminaron que provocase un incendio. Tal y como apunta la sentencia, que es firme, esta vecina de El Puerto sufrió durante el transcurso de este episodio un trastorno psicótico esquizofrénico que produjo "la abolición total de sus capacidades volitivas e intelectivas". De ahí que el tribunal de la Sección Cuarta haya contemplado la eximente completa de enajenación mental.

La encausada evitó la celebración del juicio el pasado miércoles en el Palacio de Justicia gaditano, toda vez que admitió ser la autora de los hechos por los que venía siendo acusada.

Así, el tribunal de la Sección Cuarta ha dado por probado que el día 13 de julio de 2017, sobre las 14:50 horas, esta mujer se desplazó a un domicilio contiguo al suyo portando en sus manos un papel ardiendo que trató de arrojar al interior del inmueble a través de la ventana exterior de la habitación de matrimonio, que estaba entreabierta. Ello, "con ánimo de menoscabar el patrimonio ajeno y asumiendo el potencial peligro para la vida e integridad física de los posibles inquilinos que allí pudieran encontrarse en ese instante". No obstante, no lo consiguió al apagarse el papel con el aire.

Ante el fracaso de su objetivo, la ahora condenada regresó a su propia casa, impregnó un trapo en una sustancia inflamable, cogió un mechero y se dispuso a acercarse de nuevo a la ventana exterior de la habitación de matrimonio de la vivienda colindante. Esta vez prendió allí mismo el trapo con el mechero, por lo que cuando vio que efectivamente comenzaba éste a arder, lo lanzó al interior de la casa.

En el momento de arrojar el trapo ardiendo al interior del domicilio, apunta la sentencia, se encontraban muy cerca dos hermanos menores de edad, quienes le recriminaron su acción, ante lo cual la mujer, con ánimo de menoscabar su integridad psíquica, les apuntó con un cuchillo de 23 centímetros de longitud mientras les decía: "Os voy a matar a todos", lo que generó en ambos una situación de desasosiego que se tradujo en el caso del chico, de 13 años en el momento de los hechos, en una crisis de ansiedad por la que tuvo que ser asistido.

Por su parte, su hermana, de 16 años de edad en aquel instante, sufrió quemaduras de primer grado en el muslo derecho y en la región abdominal al salpicarle parte del líquido inflamable ardiendo.

En ese instante, explica la resolución judicial, varios vecinos que habían visto lo ocurrido se dirigieron rápidamente hasta la vivienda afectada con cubos de agua y lograron sofocar las llamas, que habían conseguido prender en el colchón de la cama de matrimonio y en las cortinas, de tal suerte que a la llegada del equipo de Bomberos al lugar, el fuego había sido sofocado, todo ello mientras la encausada seguía vociferando: "Os voy a matar a todos, voy a meter fuego a todas las viviendas".

Tal y como concreta la sentencia, "todos los hechos relatados fueron protagonizados por la procesada mientras sufría un trastorno psicótico esquizofrénico que produjo la abolición total de sus capacidades volitivas e intelectivas".