Provincia de Cádiz

La lucha obrera se va de puente

  • Apenas 1.500 personas participan en Cádiz en la reivindicación que exige el fin de las reformas laborales y otro modelo social en el país

En la Plaza de España de la capital gaditana, poco antes de las 12 del mediodía de ayer, un matrimonio esperaba a la sombra que comenzase la manifestación del 1 de mayo. Lo hacía, como desde hace unos años, con uno de sus nietos. La edad. Quizás fue una de las notas llamativas de ayer en la concentración. La media podría situarse perfectamente en más de 50 años, y los pocos que la rejuvenecían venían de la mano de Podemos o Izquierda Anticapitalista. Pero eran pocos. Todos juntos fueron, un año más, pocos para lo que se pretendía desde los sindicatos organizadores (CCOO y UGT). 

Pero, quizás, los nuevos tiempos en política hagan que el recuento de participantes para cifrar o no el éxito de una manifestación no sea ahora la clave. "Hay que estar aquí", repetían ayer algunos de quienes recorrieron la distancia entre la Plaza de España y la Subdelegación del Gobierno. "Más cuando se trata de decir que existe pobreza salarial y social, que incluso trabajando la gente no llega", repetían. 

 

Esos abuelos, con su nieto, participaron en la marcha, como otros muchos años. Junto a ellos, quienes llevan en sus espaldas décadas de manifestaciones, de las de antes, de las que reunían, no a cientos como ayer, sino a miles. Otras provincias querrían para sus manifestaciones a líderes políticos y sindicales como los que ayer sí participaron en Cádiz. 

 

Pero, como ocurrió el año pasado y el anterior y el anterior, la conciencia social, la lucha obrera, parecía estar de puente. O en la playa, o viendo al Cádiz o, simplemente, en casa. Lo de las cifras, ya se sabe, va por barrios. Los organizadores hablaron de 3.000 personas (optimistas). La Policía, de 1.200 (tal vez, rácanos). Podría decirse, incluso, que quienes ayer andaron a pie en la capital gaditana contra la pobreza salarial y social, en un 90% eran los mismos del año pasado. 

 

Al iniciar la marcha habría algo más de un millar de participantes. Al llegar a la altura de San Juan de Dios, se le unió parte de la protesta que, convocada por Podemos, había recorrido el centro de Cádiz una hora antes. Entre ellos, el alcalde de la capital, José María González, y la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. 

 

Al llegar a Subdelegación e iniciarse los discursos de los máximos responsables provinciales de CCOO (Lola Rodríguez) y de UGT (Francisco Andréu), no quedaban ya más de 300. Antes, ambos dirigentes sindicales hablaron de la necesidad de actos como el de ayer; de acabar con las reformas laborales, del no a las guerras e, incluso, de crítica a la crisis de los refugiados. Difícil papel el de los dirigentes sindicales en un día que  festejaba el trabajo. Porque movilizar a los parados, eso ya es otra cosa.

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