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Jerez corona otra vez la Puerta del Sol

El kilómetro cero recupera al Tío Pepe "para siempre"

  • El neón más célebre de España vuelve a iluminar la plaza más céntrica de Madrid. La alcaldesa Ana Botella celebra su regreso como la recuperación de la memoria sentimental

A las 21,40 de ayer los manifestantes que habitan cada tarde la Puerta del Sol de Madrid interrumpieron sus gritos de protesta para corear al unísono un “qué bonito, qué bonito”. Cuatro años después volvía a iluminarse uno de los iconos que dibujan el Madrid de los últimos 80 años: la botella de chaquertita corta y sombrero rojo de ala ancha con una guitarra acompañándole. Sol de Andalucía embotellado, el Tío Pepe. Los madrileños recuperaban lo que el periodista José Ribagorda, presentador del acto en el que se daba por concluida una ausencia que nada menos que 50.000 personas reclamaron con firmas  que acabara, calificó como “una memoria sentimental compartida”.

Por eso fue que incluso quienes enarbolaban pancartas dedicaron durante un momento un homenaje a la vuelta de “un viejo y recordado familiar”, como dijo la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid y anfitrión del encuentro, fue aún más allá: “El Tío Pepe vuelve al kilómetro cero para quedarse. Vuelve para siempre”. Y lo hace después de haber superado tres “indultos”, como los llamó Botella. El segundo, y allí estaba anoche el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano para recordarlo, fue en 1996, cuando se realizó el proyecto de remodelación de la plaza tal y como la conocemos ahora y que durante un tiempo no contaba con la presencia del luminoso. Los responsables de Patrimonio de Madrid abortaron una iniciativa por considerar que el Tío Ppepe trascendía del reclamo publicitario para  ser ya parte de un paisaje. El tercero fue en 2010, cuando Apple presentó un proyecto de remodelación del edificio del antiguo hotel París que condenaba el luminoso al desguace. 50.000 firmas de madrileños lo han evitado. “Ahora es un ejemplo -dijo Botella, de cómo se supeden complementar tradición y modernidad. Dos grandes empresas, González Byass y la manzana convivirán en un espacio único”. El primer indulto  fue milagroso y lo quiso subrayar Ignacio González: sobrevivir intacto a la barbarie de la  guerra civil.

González, que recordó en broma que es González, pero no es Byass, sin saber, claro, que los González de Jerez tampoco son Byass, hizo un repaso por los acontecimientos históricos de los que ha sido testigo este emblema de Madrid y de Jerez y del jerez. Desde que en 1935 el publicista Luis Pérez Solano tuvo la idea de colocar en el número 1 de la Puerta del Sol un gran cartel que convertía el vino deJerez en la bebida nacional, “su imagen siempre ha estado asociada con nuestra ciudad”. Si se exceptúan las protestas del 15-M, cualquier hecho que confluyera en el punto inicial de todos los caminos de España tenía al Tío Pepe como fondo de pantalla.

La delegación jerezana, encabezada por el presidente de la compañía, Mauricio González Gordon, y escoltada por decenas de chicas Tío Pepe que tomaron el Real Palacio de Correos, actual sede de la Comunidad de Madrid y antiguas dependencias  durante el franquismo de la Dirección General de Seguridad, se mostraba emocionada de que la ciudad se hubiera convertido en el epicentro de la atención de todos los madrileños y turistas que ayer paseaban por la Puerta del Sol y que recibieron con admiración los colores rojo y verde del neón más célebre de España.

Mauricio González Gordon, en un sentido discurso, agradeció al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid el apoyo recibido para rehabilitar el luminoso, pero sobre todo quiso dedicarle su cariño a los madrileños, que han solicitado su regreso, y “a los vecinos  del número 11”, el nuevo hogar del Tío Pepe, “que respaldaron de manera unánime” contar con tan insigne figura histórica entre el vecindario.

 

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