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Provincia de Cádiz

Los isleños rechazan la futura ubicación de la fuente Tusquets

  • Los ciudadanos consultados creen que debería buscarse otro sitio más apropiado para situar la fuente que el parque infantil del Parque del Oeste

Algunos desconocían que la fuente Tusquets fuera a cambiar de ubicación. No sabían que la reordenación del nudo de La Ardila es necesaria para el paso del tranvía por la zona. Pero, todos, tras preguntarles por la opción del Parque del Oeste y del parque infantil que allí existe como nuevo espacio, respondieron negativamente. En cualquier caso lo consideraron una pérdida importante de zona verdes y de lugar de recreo para los más pequeños. "No han pensado en los niños", comentaron, aunque con otras palabras, los consultados.

El enlace del tranvía con la vía del tren en La Ardila obliga a la eliminación en la rotonda de entrada a San Fernando de la fuente de la mohosa, como se la conoce popularmente en la ciudad. Para evitar obras excesivas para instalar las conducciones se ha optado por una mudanza muy corta, que consiste en moverla unos cuantos metros hasta el Parque del Oeste, y concretamente a la superficie que ocupa el parque infantil. "¿Y le quita espacio al parque? Pues vaya", contesta sorprendida Milagrosa Padilla. Está en la plaza del Rey pendiente en todo momento de un pequeño que de pie no deja de moverse para preocupación de esta mujer. "Ese parque está muy bien, pero si le van a quitar sitio no sé cómo va a quedar", insiste después de sobreponerse a la sorpresa. Soprendida también se observa a Joaquina Natera que se pregunta si cabrá en ese espacio: "Va a quitar sitio para los chiquillos. Hay mucha gente que va con los niños".

Teodoro Luque camina empujando un carrito por la calle Real, por el tramo ya concluido de la obra, aunque más adelante se encontrará con el recorrido laberíntico. Cree que el parque es un buen lugar para poner la estructura, puesto que hay terreno suficiente. "Donde la pongan estará bien", sostiene de todas formas. Sin embargo, su gesto se tuerce cuando se entera del lugar exacto, donde están instalados los aparatos para los niños: "Eso no me gusta tanto. Los críos tienen que disfrutar". "Ellos verán lo que hacen", dice justo antes de despedirse y seguir su camino.

En un banco de la plaza del Rey para Manuela Bravo, que desconoce qué opinar sobre el traslado. "Hay tantas cosas incorrectas que no se sabe por dónde empezar", se lamenta. Pone un ejemplo: la falta de trabajo. Y otro: la ausencia de parques grandes donde los pequeños puedan jugar. "Cuando yo era niña jugaba en el parque de los patos. Había toboganes grandes y columpios. Ahora ponen cacharros muy pequeños", advierte. Por eso, no cree que deban tocar el parque infantil, "poque hay que pensar en los niños. No han pensado en ellos, seguro".

Ni por todo el mérito del mundo salva Francisca Fajardo a la también llamada fuente de la Comunicación. No ve el Parque del Oeste como alternativa, pero tampoco otro sitio de La Isla: "No es bonita. Da una impresión horrible. Es repelente".

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