El tejido industrial olivarero asiste este año a un punto de inflexión con respecto a otras campañas. Por ejemplo, una de las tres grandes cooperativas aceiteras de la zona vendía el año pasado una garrafa de 5 litros de aceite envasado a 15,90 euros y ahora lo mantiene, sin saber hasta cuando, porque probablemente lo tenga que bajar, a 13,90 euros. “Es un desastre que se está viendo en todas partes”, asegura Francisco Leo, gerente de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario, en Algodonales, que achaca este comportamiento a los excedentes del mercado, a la crisis económica, al bajo rendimiento y a la misma naturaleza de esta campaña.

    Según el Sistema de Información de precios en origen para la venta a granel, Poolreed, se comercializaba hace un par de semanas a 1,91 euros el kilo de aceite en el campo. Algo que no se veía desde hace más de un lustro. “No quiero pensar lo que pueda ocurrir para la próxima campaña”, dice Leo.

    Y el efecto dominó no se ha hecho esperar. Ha bajado el aceite y por tanto, el precio de venta de las aceitunas. Los pequeños agricultores están a la gresca por esto. Miguel Dorado, es un agricultor de El Gastor, al que no le salen las cuentas. Vendió a principios de campaña 3.000 kilos de aceitunas sin tener precio y le han pagado unos 720 euros. Dorado se queja de que los gastos en recoger la cosecha le ha supuesto unos 1.800 euros, con lo que las aceitunas este año le ha costado el dinero como a otros muchos. Probablemente si hubiesen sabido los precios antes se hubieran pensado si recolectar. “Los ahorros de toda mi vida los empleé en la compra de una pequeña explotación”, confiesa Dorado, para decir que, si la cosa sigue así, la gente se verá obligada a abandonar el campo.

    Francisca Troya es una oleicultora y productora de aceite de oliva de Olvera. Califica la situación de dramática. “El problema  principal radica en la bajada del kilo de aceite en origen, que ha venido registrándose desde el segundo semestre de 2008  hasta llegar a 1,80 euros/kilo”. Como olivarera dice que  “los costes que supone mantener y depender de una cosecha en el olivar de montaña, poco productivo, son demasiado elevados”. Recuerda  que este año el precio de la aceituna “sólo ha sufragado gastos de recolección, con lo cual se ha quedado gran cantidad de kilos de aceitunas en el campo sin recolectar”. Y añade como almazarera que el panorama es similar. “Se ha esperado a poner precio a la aceituna cuando la campaña estaba a punto de finalizar para poder sacar una media de rendimiento graso y no quedarnos con lo obtenido en los meses de noviembre y diciembre”.  El sector tenía la esperanza de que los precios remontaran. Pero no ha sido así. Por eso se ha pagado tan bajo. “Esperemos que esta situación crítica para todos llegue pronto a su fin”, confiesa.