La parroquia de Santa María de las Virtudes, en Villamartín, permanecerá cerrada al culto hasta Semana Santa debido a los trabajos de mejora que se van a realizar en su interior.

Estas obras vienen a consolidar este templo que ya en julio pasado fue objeto de otra actuación debido a los problemas de inestabilidad que presentaba la torre de la iglesia por la movilidad del terreno, lo que provocó importantes grietas en paredes del inmueble.

Entonces, se realizó una cimentación del perímetro y la torre de la iglesia con una novedosa técnica, a través de inyecciones de resina, para evitar desplazamientos y movimientos del terreno que están dando buenos resultados, según confirmaron ayer el nuevo párroco de la localidad, Francisco Varela, y el propio alcalde, Juan Luis Morales.

Ahora, el interior del templo será objeto de otras actuaciones que van desde el cierre de grietas, el pintado completo del edificio o un tratamiento contra la carcoma del valioso retablo mayor, que data del siglo XVII.

Además, se instalará una iluminación artística en el todo el recinto y se arreglarán los suelos. Todos estos trabajos se van a cubrir con fondos de la feligresía y donativos, según señaló el párroco de Villamartín. Para la cimentación de la torre de la iglesia, que se ejecutó hace seis meses, se realizaron varias actividades para recaudar dinero, entre ellas la celebración de una corrida de toros y un espectáculo ecuestre. Todo ello ayudó a pagar las obras de cimentación.

Mientras permanezca ahora cerrada la parroquia local, los cultos religiosos se celebrarán en las iglesias de las Angustias, San Francisco y la Coronación y en la ermita de las Montañas.