"Los farmacéuticos somos los primeros interesados en que funcione el sistema público de salud. Si quebrara, los principales perjudicados seríamos nosotros". El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Cádiz, Felipe Trigo, se mostraba así de comprometido, a la vez que dejó patente que la crisis está motivando situaciones de tensión en el sector que ya se están reflejando en un descenso en el número de contrataciones. "Y no sólo eso sino que el verano está ya a la vuelta de la esquina y estamos observando que no se piensan cubrir las vacaciones del personal de las farmacias". "Son más horas de esclavitud a cambio de menos beneficio", comentó.

Trigo considera que se han acumulado los impactos de tres medidas gubernamentales "sin apenas evaluar los efectos". Afirma, además, que el número de recetas es el mismo o incluso mayor, y se está ingresando ahora menos dinero. "El envejecimiento de la población, el aumento de padecimientos crónicos", serían algunos de los motivos. Trigo considera que habría que tomarse una serie de medidas urgentes para lograr disminuir el consumo de fármacos en la población, extremo que sí ayudaría de manera directa a una disminución del gasto real farmacéutico. Como ejemplo, el presidente del colegio gaditano ofrece a sus colegas para ayudar al sistema ("siempre nos hemos mostrado colaboradores y comprometidos") con un control paralelo del consumo de medicamentos. "Mantenemos un contacto directo con el usuario y sabemos que un mayor y mejor control posibilitaría que los ciudadanos se medicaran menos y de manera más efectiva".