Lo mismo que cualquier trabajador que, en demanda de sus nóminas impagadas, se encierra en su empresa, la tripulación de los cruceros Gemini, Ocean Pearl y Happy Dolphin, todos ellos de la naviera Happy Cruises, tomaron la determinación de no abandonar sus barcos hasta que la empresa diera la cara y acometiera el pago de varias nóminas que le debe a su personal de abordo.

Entre los tres buques hay cerca de 800 personas que han esperado pacientemente a lo largo de ya casi una semana a que Happy Cruises les pagara sus nóminas atrasadas. Dos de los cruceros, el Gemini y el Ocean Pearl quedaron fondeados en aguas de Gibraltar. El otro, el Happy Dolphin, en Venecia.

Entre esas casi 800 personas que forman sus tripulaciones, al menos, dos son originarias de la provincia de Cádiz, una tripulante de Chiclana y otra de Puerto Real.

Ayer martes parece que la pesadilla se iba diluyendo sobre todo para los familiares de este grupo de trabajadores. Al menos eso es lo que querían creer los hermanos y sobrinos de María del Carmen Rodríguez, una de las responsables de la cocina del Gemini.

Ya ayer respiraban pero relataban que los días peores fueron más o menos del jueves pasado para acá. "Ellos veían que habían descargado a todo el pasaje en Málaga y que habían recibido órdenes de poner rumbo a Barcelona. Pero justo cuando estaban ya enfilando esa ruta, nuevas órdenes contradecían las primeras". Así lo contaba Silvia, la sobrina de María del Carmen Rodríguez. "De repente se encontraron fondeados en aguas gibraltareñas, a muchos metros de la tierra y con la imposibilidad de poner pie en suelo firme". Así pintaban las cosas a lo largo del último fin de semana y de ahí los escasos mensajes que la tripulación del Gemini lograba hacer llegar a sus familias, en los que sí se hablaba de que se sentían retenidos.

De hecho, en Internet existe el testimonio de un tal Rooy Eduardo Deceno, un joven peruano que, entre sollozos pide ayuda. Deceno trabajaba en el restaurante del mismo buque que María del Carmen, de Puerto Real, y una joven de 27 años, cuya identidad prefiere que no se desvele, natural de Chiclana.

Pero realmente, ante la imposibilidad de contactar con la chiclanera, a pesar de contar incluso con su número de móvil, fue su madre, Josefa, la que quería transmitir tranquilidad a toda esta historia. "El viernes pasado estuve con mi hija en Gibraltar e incluso estuvimos comiendo juntas".

Pero la familia de María del Carmen se mostraban aún escéptica y relataba que la última conversación que había mantenido con ella fue durante una salida fugaz del buque: "Nos decían que no nos preocupáramos", pero a la vez, cuentan desde Puerto Real, "nos hablaba de que tenían víveres sólo hasta este miércoles" (por hoy), "como para no asustarse".

Al parecer, las dos tripulantes gaditanas llevaban cuatro meses a bordo del Gemini y nunca habían tenido problemas para cobrar sus nóminas, "hasta ahora". Ya les deben tres mensualidades, incluyendo la de octubre. "Ellas saben que si dejan el barco y se vienen para casa no cobrarán en la vida", relata la familia de María del Carmen. Sin embargo los de la tripulante de Chiclana anunciaban que, según tenían noticias, el personal del Ocean Pearl ya había cobrado y estaba siendo devuelto a sus lugares de orígen, que es una de las imposiciones de estos trabajadores.

Ya están todos más tranquilos pero ambas familias están ya deseando ver a su gente en casa y todos confiesan haber pasado, "más incertidumbre que miedo".