Nueva celebración en la factoría de Airbus Puerto Real. En este caso, el centro de un nuevo hito fue la entrega de los cajones laterales del estabilizador horizontal (HTP) del A350 en su versión 1000.

El propio director de la fábrica, Antonio Rueda (en el cargo desde el pasado mes de junio) fue el encargado de explicar los detalles primero en un desayuno con los medios de comunicación y, a continuación, en un recorrido por las instalaciones. Tanto él como los responsables del programa A350 (Javier Becerra, de producción; y Javier González, responsable industrial de este programa) dejaron claro que el proceso de fabricación de estas piezas suponen situar a la planta de Puerto Real en primera línea mundial de innovación tecnológica.

Para lograrlo, la factoría completó hace meses una ampliación a la que se trasladó parte de la fabricación de los otros dos modelos de la familia Airbus, el A330 y el A380. En el hueco liberado se trabaja a todo ritmo para duplicar la línea de trabajo dedicada en exclusiva al modelo A350. Hasta ahora, todas las piezas entregadas eran de la familia 900 (más ancho y para 350 pasajeros). Con la entrega de ayer se inicia el proceso de la familia 1000 (más estrecho y largo, pero con más confort para los más de 400 pasajeros que soportará).

Antonio Rueda detalló las "excelencias" del programa A350 que, según dijo, "ha supuesto un éxito que es el triunfo de esta factoría". Con la duplicación de la línea de montaje (dividida en cinco estaciones por las que pasa cada pieza en un periodo de 15 días), la factoría puertorrealeña pasará de entregar 7 aviones al mes a 13. Y ello redundará en que este modelo de avión necesitará más plantilla: en tres años se pasará de los 70 operarios que actualmente se dedican a este modelo a 170. No significa un aumento de plantilla, sino una redistribución del personal.

El director de Airbus Puerto Real explicó que la familia A350 tiene en la actualidad 783 pedidos para 41 clientes de todo el mundo, de los que 169 pertenecen a la familia 1000. El objetivo, explicó el director, es superar en el mercado a su principal competidor en este segmento de aviones conocidos como de doble pasillo y largo recorrido, el 777 de Boeing. Para ello, dijo Rueda, se han realizado cambios en la extensión del fuselaje, motores nuevos para darle más empuje y un rediseño del ala. Además, supone para el cliente una reducción del 25% en gasto de combustible provocado, sobre todo, porque el A350 contiene un 53% de sus elementos elaborados con fibra de carbono. Al pesar menos, gasta menos.

Pero no es la única apuesta del máximo responsable de esta factoría. Admitió ayer que tiene dos retos en los próximos años. Uno, diversificar los programas en los que se trabaja en esta planta. Así, explicó que quiere que, además de apostar por los modelos de doble pasillo (A330, A350 y A380) también se haga en los de pasillo único.

Pero, sobre todo, dijo, el gran sueño a largo plazo es hacer de la Bahía de Cádiz el polo industrial de referencia mundial en innovación tecnológica para la producción. Se refería Rueda al Centro de Fabricación Avanzada en el que trabaja codo con codo junto a la Junta de Andalucía y que pretende la incorporación de grandes industrias tractoras, como Navantia o, incluso, Dragados. De hecho, la llegada a la zona de la multinacional Altran es un ejemplo de lo que se pretende conseguir.

Para el director, "el futuro tiene que pasar, sí o sí, por transformarnos en un centro innovador a nivel mundial, y cuando alguien piense en cómo son las fábricas del futuro, que mire a Cádiz como referencia y eso lo tenemos que demostrar con productos y soluciones innovadoras como las del A350, que rápidamente se puedan meter en el mercado y en el proceso industrial. Si conseguimos hacer ese polo industrial de innovación, donde empresas de nivel mundial sepan que tienen que estar aquí para estar al día de lo que ocurre en la innovación para la fabricación, habremos conseguido el objetivo".