La localidad celebra este sábado la fiesta de la Crujía de Gamones, una singular tradición local declarada de Interés Turístico de Andalucía desde 2008.

Los vecinos del pueblo se vuelcan con esta peculiar fiesta, en la que decoran las calles con motivos florales para acoger el encendido de las famosas candelas ya al anochecer con motivo de la Cruz de Mayo. En esta ocasión, habrá unas 21 candelas distribuidas por distintas plazas y zonas del pueblo. Así, el gamón, una planta de la familia de las liláceas, será uno de los protagonistas de esta costumbre antiquísima que sólo Ubrique celebra en la Sierra. Y es que al calentar la raíz bulbosa y golpearla sobre una piedra parece como si fueran auténticos tiros y petardos.

Por eso, recuerda el Ayuntamiento que una de las leyendas locales ha forjado la idea de que, con esta planta, los ubriqueños desde los montes ahuyentaron a las tropas francesas cuando entraron en el pueblo, haciéndola explotar para hacer que fueran disparos. Otra leyenda cuenta que con este peculiar sonido, los vecinos alejaban a los lobos de las sierras. El caso es que la Crujía de los Gamones, que arranca sobre las nueve y media de la noche, volverá a llenar las calles del casco urbano del pueblo. Paredes que se hacen eco de otra época cuando se tendían columpios de ventana a ventana donde las muchachas eran paseadas por sus novios o amigos al compás de coplas llamadas de "pique". Hay que recordar que el Ayuntamiento de Ubrique ha editado este año un díptico para ubicar cada una de las candelas que formarán parte de esta fiesta, donde no falta la presencia de la gastronomía local. Las asociaciones del pueblo organizan distintas actividades para este particular fin de semana como las actuaciones de orquestas, eventos gastronómicos, entre otros. El Consistorio organiza, además, un concurso de decoración de las barriadas.