La familia de la ubriqueña Milagros Ruano Chávez, que falleció el lunes por una posible intoxicación alimentaria, tendrá que esperar varios meses hasta tener en sus manos los resultados de la autopsia que determinen las causas que provocaron su fatal desenlace.

Milagros, de 53 años, comió el sábado pasado varios platos junto con otros miembros de su familia en una venta muy conocida a la entrada del pueblo de Ubrique, tras volver de dar un paseo por el campo. Tiempo después todos se sintieron indispuestos y Milagros tuvo que ser ingresada primero en el centro hospitalario de Villamartín y después en el de Jerez, donde finalmente falleció este lunes tras sufrir un shock hepático producido presuntamente por una intoxicación alimentaria.

Uno de sus hermanos, Diego Ruano, quiso dejar claro ayer que "en ningún momento mi hermana comió setas como se ha dicho. Fue una cosa ligera. Un platito de revuelto de papas, otro de menudo y un picadillo", explicó para despejar dudas. La familia de la fallecida dice que hasta dentro de "un par de meses" no sabrá los resultados de la autopsia que determinarían si hubo o no intoxicación por alimentos. Eso sí, pide que se agilicen los trámites todo lo que se pueda.

Al cuerpo de Milagros Ruano se le han practicado dos autopsias. Una primera clínica en el hospital de Jerez con el consentimiento de sus allegados y la segunda en el Instituto de Medicina Forense de Cádiz por orden judicial. De hecho, los restos mortales de la fallecida estaban ya en Ubrique para su velatorio, que fue interrumpido para conducirlos de nuevo hasta Cádiz para practicarle esa segunda autopsia.

El Servicio Andaluz de Salud ha abierto una investigación para conocer las causas de esta fatal muerte y no descarta aún cualquier otro motivo que pudiera llevar a este triste desenlace, algo que está siendo investigado por la Guardia Civil. De hecho, el Seprona y técnicos de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía se desplazaron hace unos días hasta la citada venta para recoger muestras para analizarlas por si pudieran arrojar luz a este caso. Diego Ruano no tenía palabras ayer para agradecer todas las muestras de cariño y condolencias recibidas por la muerte de su hermana, que fue enterrada el miércoles por la tarde en su localidad, donde numerosos vecinos quisieron expresar su último adiós. "Hemos recibido todo el apoyo del pueblo y estamos muy agradecidos", confesó. Familiares y amigos coinciden en resaltar que Milagros era una persona muy "noble" y querida por todos.

El Ayuntamiento de Ubrique ha mostrado, también, sus condolencias por lo ocurrido y espera que se determinen las causas de esta muerte.

Tras conocerse los hechos del fallecimiento de Milagros, la venta donde ella y el resto de su familia comieron el pasado sábado cerró por voluntad de sus propietarios para permitir la investigación.

Se trata de un negocio popular hasta donde muchos ubriqueños acuden para tapear productos típicos de la zona.