Isabel y Ángeles estaban nerviosas. Nadie les vio entrar en el cementerio de San José, donde a primeras horas de la mañana comenzaba por orden de un juez la primera exhumación de los restos de un caso de bebé robado en Cádiz. El de uno de sus dos hermanos perdidos. El de un recién nacido que en 1977 murió en la antigua Residencia Zamacola, hoy Puerta del Mar, hasta donde su madre fue trasladada desde Sanlúcar. Los restos de su otro hermano se exhumarán en dos semanas.

Su progenitora no reunió ayer el valor suficiente para personarse en el patio 3 del cementerio gaditano, debido a su delicado estado de ánimo, pero sí asistieron sus hijas Isabel y Ángeles, junto a otro hermano y la tía de los tres. "De momento, no hay nada", dijo Isabel, visiblemente afectada, que a media mañana salió junto a Ángeles para atender a los periodistas. "Mis padres encontraron varias contradicciones en la documentación que recibieron, entre ellas, varias causas de muerte", esgrimió.

El bullicio de medios y de otros familiares afectados que se personaron en la puerta del cementerio para expresar su apoyo a lo largo de la mañana, daba cuenta del interés social que suscita lo que dentro del camposanto gaditano estaba comenzando. El inicio de un complicado y delicado proceso que puede prolongarse dos días más y para el que el juez ha decretado secreto de sumario.

El hermano de Isabel y Ángeles fue supuestamente enterrado en una fosa donde se encuentran un total de 40 pequeños féretros a distintas alturas. La suya es la 17 y, por tanto, hay que buscar los restos de otras 23 personas.

Si encuentran sus restos, se realizarán las pruebas de ADN, que correrá a cargo del Estado.

Su caso es el primero de los 49 procesos de exhumación que el Ayuntamiento de Cádiz ha autorizado y uno de los dos que por el momento cuentan con orden judicial. En la provincia existen 300 historias denunciadas desde la asociación SOS Bebés Robados.

Precisamente en dos semanas se llevará a cabo la exhumación del segundo de los bebés, hermano de este primer recién nacido y fallecido en similares circunstancias en el año 1982, también en Zamacola. Junto a sus restos, se sacarán los de otros dos bebés, para los que el Consistorio ha dado autorización al encontrarse enterrado sobre este recién nacido.

Ignacio Romaní, que en calidad de presidente de Cemabasa acompañaba a los familiares y al arqueólogo municipal que realiza los trabajos, hizo referencia a una intervención similar a la que suele ejecutarse en restos de origen fenicio.

Para el abogado de SOS Bebés Robados, Martín de la Herrán, el proceso iniciado ayer abre nuevas esperanzas entre otras familias gaditanas, ya que "los juzgados habían desestimado las denuncias por considerarlas prescritas".

Hay que tener en cuenta que para que las exhumaciones realizadas en bebés nacidos anteriores al 79 tenga valor judicial es necesario que las familias corran con los gastos del notario, así como de las pruebas de ADN.

Por este motivo, el letrado pidió ayuda a la sociedad, a aquellos profesionales que, como en su caso o el del laboratorio sevillano NBT -que hará pruebas de ADN a precio asequible-, "puedan trabajar por una cantidad simbólica para las familias implicadas".