Provincia de Cádiz

Un empleado de un mesón acepta tres años y medio por estafar 11.150 euros

  • El hombre sustrajo un talonario en el bar, falsificó la firma y cobró doce cheques

J.V.G., vecino de Sanlúcar y nacido en 1974, ha aceptado en la Audiencia Provincial de Cádiz tres años y seis meses de prisión por hurtar un talonario de cheques en el mesón en el que trabajaba, ubicado en la carretera de Chipiona a Rota, falsificar en doce de ellos la firma de la persona autorizada para usarlos, emitirlos a su favor y cobrarlos. Los doce talones le reportaron 11.150 euros, según indica la sentencia de la Sección Cuarta que condena al procesado por una falta de hurto y un delito continuado de estafa.

La resolución aplica una circunstancia agravante de drogadicción. La sentencia explica que J.V. padece de hace tiempo una dependencia del alcohol y de la cocaína y que en la actualidad se está sometiendo a un tratamiento de desintoxicación.

No es la primera vez que el procesado se sienta en el banquillo. Según señala la resolución con la que se ha mostrado conforme, ya fue condenado en 2002 en Las Palmas a seis meses de prisión por un delito de falsificación y estafa. Posteriormente, en 2004, fue condenado de nuevo. Esta vez, por el Juzgado de lo Penal de Cádiz: también a seis meses de prisión por un delito de falsificación y estafa.

Los hechos sucedieron en 2006. En una fecha no determinada pero anterior al 17 de julio de ese año, J.V. sustrajo un talonario de cheques en el establecimiento en el que se encontraba trabajando durante ese verano.

En fechas sucesivas, el procesado puso el sello de la empresa a doce cheques, simuló la firma de la persona autorizada y los emitió a su favor. Nueve de los cheques los presentó al cobro al día siguiente de su firma en una sucursal bancaria de Chipiona y obtuvo su abono en metálico. Los otros tres le fueron reembolsados mediante ingresos en una cuenta corriente suya. Los cheques, por cantidades que iban de 360 a 1.850 euros, fueron firmados con fechas que van del 17 de julio de 2006 al 21 de agosto de ese año.

Además de los tres años y medio de prisión, la sentencia condena a J.V. a cuatro días de localización permanente , a pagar una multa de seis meses con cuota diaria de seis euros y a indemnizar al dueño del mesón con 4.840 euros.

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