Puerto Real se convirtió en la tarde de ayer en escenario de una unión pocas veces vista, sobre todo, porque los argumentos compartidos vinieron de abajo hacia arriba. Fueron los trabajadores del Metal de la provincia los que lograron el compromiso público de los políticos de asumir cuantas decisiones tomara la asamblea constituida en el Teatro Principal de esta localidad.

Allí se celebró una reunión convocada por la asociación de trabajadores de este sector tradicionalmente vinculado a los astilleros, pero que toca otros negocios que son clave en el desarrollo laboral y económico gaditano, como el aeronáutico o el de construcción offshore. Una de las frases más aplaudidas por los presentes (el Teatro estaba abarrotado) fue la que escenificó la realidad para muchos de ellos: "Ya no nos vale, no nos conformamos con tener que elegir entre el paro o trabajar 12 horas seguidas. Queremos trabajar 8 horas por un salario que nos permita mantener a nuestras familias". Y de esa afirmación comenzaron a partir ideas que, a su vez, ratificaron cuantos tomaron la palabra: hace falta unión real de instituciones, partidos políticos, sindicatos y centros de trabajo para acabar con un lastre que pesa ya demasiado para la provincia: el paro.

Tampoco les vale, como se dejó claro, la anunciada carga de trabajo de los cuatro petroleros para Navantia. "Queremos cuatro barcos, y después otros cuatro y así hasta lograr una carga de trabajo estable que nos dé seguridad", decía José Castro, uno de los portavoces de la industria del Metal que, además, exponía su caso personal como ejemplo de muchos otros: "Ahora se inventan lo del Clúster Naval. ¿Qué quieren, que encima que estamos en el paro paguemos un dineral por unos cursos de formación? ¿Es que toda la experiencia que tengo yo con 59 años y trabajando toda mi vida no es suficiente para estar formado?", se preguntaba ante los medios presentes.

De unión, de necesidad de acabar con el paro e incluso de movilización conjunta hablaron los representantes públicos presentes ayer en el Teatro Principal. Desde el propio alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, hasta el de Chiclana, José María Román; o las diputadas provinciales Elena Amaya (edil del PSOE de Puerto Real) y Kika González (edil de Ganemos en Jerez); el alcalde de Conil, Juan Bermúdez (IU), que acudió junto al exviceconsejero de Turismo de la Junta, Antonio Roldán; o el alcalde de Cádiz, José María González, que llegó hora y cuarto tarde al acto por otro compromiso anterior. Junto a él, su primer teniente de alcalde, Martín Vila (IU).

Todos sin excepción se comprometieron ayer a seguir el rumbo que marque la asamblea de la industria del Metal. Se habló de un calendario de movilizaciones y una huelga general en la provincia de Cádiz. Pero también se habló (lo expuso el secretario general de Industria de CCOO-Cádiz, Jesús Serrano), de la necesidad de que las administraciones den un urgente trato especial a la situación de muchos de estos trabajadores: "Puede ocurrir que mientras esperamos las homologaciones, al final venga a trabajar a esta provincia trabajadores de otros lugares del país que ya las tienen", expuso.

Otra de las conclusiones extraídas fue la necesidad de que la asamblea celebrada en Puerto Real sea un punto de inflexión. Claro que, a pesar de que el alcalde de Chiclana criticó en su intervención "que haya medios que digan que es otra mesa más", dependerá de la unión de todos los presentes que la de ayer no sea una mesa más. Por eso hubo intervenciones en las que, quienes tomaron la palabra, insistieron una y otra vez en que "nada tendrá solución si no vamos todos juntos".

El debate, que comenzó a las 18:00 horas, se alargó hasta pasadas las 21:00 horas.