Los directores de cuatro centros educativos de Algeciras decidieron suspender ayer las clases hasta que se arreglen los desperfectos causados por el fuerte temporal del pasado domingo.

Por un lado, el IES Levante, Los Pinos y Nuestra Señora de los Milagros cerraron sus puertas. Y, según avanzó a este periódico la delegada provincial de Educación, Blanca Alcantara, los alumnos de Infantil del Adalides tampoco tuvieron que acudir al colegio.

La representante de la Junta de Andalucía explicó que, aunque aún no se han cuantificado los daños, el instituto Levante fue el más afectado por las precipitaciones. La administración consideró ayer que las labores de limpieza y rehabilitación concluirán en un par de días. "El agua alcanzó un nivel de 70 centímetros y, además, arrastró hasta el interior del centro tierra y otros restos de una obra cercana", apuntó Alcántara, quien apostilló que ahora le corresponde a la dirección de cada escuela valorar los daños. "Pero se ha perdido bastante dinero en material", subrayó.

Por su parte, en el colegio Adalides los propios padres se sumaron voluntariamente a las tareas de limpieza de agua y barro en el interior. Y en el Mediterráneo las lluvias provocaron la caída de un muro y en el San Bernardo parte de otro.

Otro de los centros de educación que sufrieron las incidencias de la fuerte tormenta del domingo fue el colegio Nuestra Señora de los Milagros, en El Rinconcillo. Durante la jornada de ayer un importante número de personas procedieron a la limpieza de las instalaciones que ayer permanecieron cerradas a la actividad docente.

Su directora, María del Carmen García Rodríguez, destacó ayer que la intención era la de poder abrir el centro hoy, pero reconoció que "aún queda mucho por hacer". El centro quedó inundado y la parte baja de los muebles, así como todo lo que había en su interior, afectada por el agua: libros, papeles, distinto material... El agua llegó a alcanzar allí los 80 centímetros de altura.

Estos fueron algunos de los efectos de una tromba de agua que dio paso en el día de ayer al balance de los daños. El consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, visitó la ciudad para conocer de primera mano los espacios más afectados y reconoció que se quedó muy sorprendido porque la situación ya se había normalizado. Descartó declarar la zona como catastrófica al considerar que los trámites son más complejos y que el decreto 307/2005 de 18 de marzo era un instrumento útil que ha dado buenos resultados en otros casos de Andalucía. "Hay que buscar respuestas rápidas".

El alcalde Diego Sánchez Rull calificó la lluvia del domingo de un hecho metereológicamente extraordinario que se concentró en pocas horas y en puntos muy concretos, incluso no hubo un aviso del Instituto Nacional de Metereología. Se recogieron 142 litros por metro cuadrado. "No hay muchos precedentes". También coincidió con la pleamar.

El 112 registró 487 incidencias, hubo 2 heridos leves, 5 realojos, 175 viviendas afectadas en Algeciras, 45 en Palmones y el agua dejó numerosos vehículos averiados. No hubo daños graves en las infraestructuras municipales. Sí los hubo en barriadas como la del Rinconcillo, la Colonia de San Miguel y la Cuesta del Rayo.

Especialmente dura fue la resaca en la calle Jacinto Benavente, donde los técnicos estudian su situación. Allí hay dos problemas. El primero es que el colector de aguas pluviales que transcurre por esta vía procedente de San Bernabé es antiguo y necesita una remodelación, aunque Sánchez Rull descartó que fuera la causa de las inundaciones del domingo debido a que el granizo hizo de tapón. Más probable fue que la pendiente de la calle está a la inversa, con lo cual se impide el desalojo de las aguas. "Vamos a estudiar las soluciones a este problema, si son técnicamente viables". Los técnicos esperan cerrar la evaluación definitiva de los daños en los próximos días.

El Consistorio puso en marcha ayer en la concejalía de Vivienda, en el local número 14 de la plaza de la barriada del Arroz Rafael Montoya, una oficina para informar y atender la solicitudes de los afectados por la tromba de lluvia y granizo que cayó en apenas unas horas el domingo pasado.