carencias en la escuela pública

La educación especial tiene un déficit de 1.500 horas por curso

  • La Consejería no ha cubierto las 6000 horas que se pedían para niños con necesidades especiales 

  • Las asociaciones consideran que la integración está fracasando 

Una pizarra en la Asociación de Autismo en Puerto Real.

Una pizarra en la Asociación de Autismo en Puerto Real. / Julio González

La delegación de Educación sólo cubre con algo más de 200 monitores 4.500 horas de las 6.000 horas en el curso que sus propios técnicos han solicitado para cubrir las necesidades especiales de los niños a los que se les ha asignado una monotorización para su integración dentro del aula en los colegios públicos. El resto se cubre con el esfuerzo de los propios profesores o con la multiplicación de monitores asignados a centros con aulas especiales que, por tener este recurso, se sobrecargan con estos alumnos con necesidades especiales. Para las asociaciones, esta escasez de medios y una mala organización hace naufragar la integración. Estas carencias han saltado a la luz por las protestas en la calle de los monitores ante los planes laborales de la Junta para ellos.

La Asociación Autismo Cádiz es ferviente colaboradora de la inclusión educativa y coincide en que actualmente no se aportan los medios para que sea un éxito. La entidad, que ha respaldado y participado en las protestas de los Técnicos de Integración Social (PTIS), considera necesario que la administración pública se haga cargo de todos los apoyos que requieren los alumnos con necesidades específicas, especialmente aquellos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), con los que ellos trabajan.

“La educación debe darse en condiciones de seguridad y de personalización para todos los alumnos”, dicen en la Asociación. “Nosotros seguimos defendiendo que el mejor sistema es en el que están todos los alumnos juntos. Invertimos muchos esfuerzos para que los niños con TEA estén en el sistema ordinario. Es la única forma para llegar a integrarse o hacer amigos”.

Para la entidad, el éxito se basa en los apoyos, en que no pierdan su grupo de referencia, por lo que entienden y comparten las reivindicaciones de los profesionales PTIS.

Otra de las reclamaciones de Autismo es que los monitores estén preparados y tengan competencias para atender a esas necesidades. “Entendemos que los apoyos no pueden caer en el voluntarismo de los profesionales. Los maestros también deben iniciar procesos d capacitación porque la diversidad es su trabajo. Hay niños distintos teniendo o no diferentes capacidades y deben estar preparados”.

Desde Autismo Cádiz consideran que los actuales apoyos están muy repartidos. “No se pueden destinar monitores una sola hora porque las necesidades no se centran en un tramo horario. Por ejemplo, el recreo, se considera muchas veces como tiempo libre y muchas veces ese tiempo se convierte en frustraciones de los alumnos o en casos de bullying”.

La Asociación de Padres de Niños con Autismo de Chiclana (Apnachi) centra el problema en la falta de monitores en los centros educativos de Chiclana. Señala que cada año que pasa aumentan las carencias para la atención de niños autistas y con necesidades especiales en los colegios e institutos. “Esto es como una bola de nieve que se agranda cada curso”. En este sentido, este colectivo pone como ejemplo que en cursos anteriores había dos monitores que se hacían cargo de diez alumnos con necesidades especiales, mientras que ahora hay 30 escolares para ese mismo número de monitores. “La cuestión es que no se refuerza la plantilla de monitores y prácticamente están desbordados. Es más, hay casos de madres y padres que tienen que ir al colegio para cambiarles los pañales a sus hijos por falta de personal para atenderlos”, aseguran desde Apnachi. Además, esta asociación va a mantener un encuentro en estos días con padres afectados para evaluar la situación y, con casi toda posibilidad, sumarse a las concentraciones de otros progenitores a nivel provincia para expresar sus protestas. En cuanto a la escolarización, existen problemas puntuales en cuanto a la ratio en colegios de Infantil y Primaria de Chiclana para alumnos con necesidades especiales, mientras que tres institutos disponen de aulas específicas para atenderlos.

En Afanas se han buscado sus propias soluciones. Desde Afanas Cádiz, su presidente, José Javier Díaz, recuerda que la asociación mantiene acuerdos específicos con distintos centros de la provincia. Es decir, estos técnicos especializados que atienden alumnos con discapacidad intelectual en educación integrada no dependen, por tanto, de las empresas adjudicatarias de la Junta. Los monitores que trabajan para Afanas son contratados por la propia asociación. Frente al resto de técnicos de integración social -que denunciaban horarios insuficientes y, en muchos casos, falta de coordinación en la asignación de centros-, los monitores dependientes de Afanas están junto a los alumnos durante toda la jornada, y siempre en el mismo centro.

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