La Universidad Loyola Andalucía celebró ayer en Algeciras una auténtica clase magistral del futuro que se plantea tras la crisis, de las verdades que esconde y cómo se defenderá ante el panorama que se atisba, concretamente, el Campo de Gibraltar. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, abrió esta presentación en la ciudad, en el edificio La Caridad, de la institución universitaria recordando su relación con la Compañía de Jesús en su época de estudiante, tanto en su niñez en Logroño como en su formación posterior, vínculo que ha mantenido durante años.

La actividad se encuadró dentro de los encuentros que organiza Loyola con la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), en el marco de un convenio entre ambas instituciones. Bajo el nombre Y después de la crisis, ¿qué? tres profesionales se embarcaron en un debate moderado por el profesor de Marketing de Loyola Ignacio Fernández de Bobadilla. Concretamente el diálogo se forjó entre los algecireños Aurelio López López, socio de Garrigues en Málaga y especialista en la Práctica Fiscal; y Francisco José Pérez Fresquet, director ejecutivo de Loyola Leadership School, escuela de postgrado de la Universidad Loyola Andalucía; junto al jerezano Javier Sánchez Rojas, presidente de la CEC.

Fernández introdujo el diálogo cuestionando las expectativas que se han generado en torno a la posible caída de la "recesión". "¿Creen que está llegando el final de la crisis o se trata de nuevos brotes verdes?", preguntaba. Al margen de las cuestiones en torno a la crisis y su final se proyectó un vídeo explicativo sobre la Universidad Loyola.

Los ponentes iniciaron su participación valorando si es cierto o no que el final de la crisis está cercano. Pérez tomó el micrófono en primer lugar señalando que "por naturaleza soy optimista pero todavía estamos viviendo un sueño" y precisó que faltan "cambios de calado". Sánchez subrayó que hay datos que inducen al optimismo, pero está la "pesadilla" de los datos del desempleo y las casi 10.000 empresas que en la provincia han cerrado en estos años. Declaró que no se puede vender lo mismo que hace 50 años y lamentó la baja "credibilidad" que tiene el sector institucional. "Nos toca ver dónde somos buenos y saber llamar a puertas que nos puedan ayudar".

López se mostró realista y puntualizó que "esto va a ocurrir de un día para otro", en alusión al final de la crisis. Sí destacó que parece que hay una tendencia: "Ya los deberes están hechos y a partir de aquí hay que esperar". Sánchez hizo hincapié en que las pymes -el 95% del tejido empresarial de la provincia- "siguen sin encontrar financiación" y hace falta que se anime el consumo para lo cual declaró que hace falta confianza, que se tarda en lograr pero se pierde fácilmente. El presidente del CEC señaló que la banca debería estar más cercana a las pequeñas y medianas empresas y no dudó en denunciar que entre 4% o el 5% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB) se dedica a la burocracia, "se gasta más en trámites que en empezar una obra", si bien aportó como dato alentador que se hayan creado más autónomos que trabajadores por cuenta ajena. Pérez añadió a esta reflexión que hay más de 21.000 organismos públicos en el país, "nuestro plan de viabilidad no se lo cree nadie", y advirtió que Andalucía posee un gran número de empresas líderes mundiales pero los 6,2 millones de parados "es para pensar".

Sobre los nuevos escenarios que se plantean tras la crisis y los futuros perfiles empresariales Sánchez se pronunció en primer lugar. Alertó de que "tenemos que acostumbrarnos a adaptarnos a los cambios", lamentó que en Europa y España más del 80% tiene financiación externa y apostó por lo digital, trascender. López, al conocer bien el ámbito, emitió una lanza a favor de los bancos, "no les echemos toda la culpa", aseveró. Señaló que en España la mayoría está acostumbrada a "montar un negocio" y financiarlo con dinero bancario, con lo cual atisbó en un futuro que la financiación será mucho más escasa y habrá que buscar nuevas fórmulas, socios externos, "tenemos que asumir que acudir al banco no será la alternativa". Pérez se refirió más a internet destacando que el tercer país más poblado del mundo "es Facebook", reconoció que previa a la internacionalización está ahora la digitalización.

El moderador, aprovechando que el diálogo era en Algeciras, preguntó por esos mismos escenarios pero en el Campo de Gibraltar. Pérez, en este sentido, reconoció que la comarca está sometida a las mismas presiones. "El Estrecho es la calle más ancha del mundo", apostando por la posibilidad de proyectos que se ofrecen. Sánchez animó a "creérnoslo, sabernos vender" e hizo, por ejemplo, alusión a la inversión millonaria en el Canal de Panamá, consideró "indispensable" la ayuda institucional, en este caso se preguntó cómo unas provincias consiguen aunar voces y "nosotros vamos con 3 o 4 distintas". En este punto lamentó que le falta a la comarca "el canal ferroviario", de lo cual criticó que tenga escasa dotación, "por lo tanto está parado", con lo cual exigió que "nos pongan a competir en igualdad de condiciones".

López, además, expresó como algecireño que "deberíamos estar absolutamente orgullosos del puerto de Algeciras". Asumió que muchas veces no está bien aprovechado ni valorado haciendo alusión a la invasión de empresas chinas en África. Lamentó que se tenga la idea de que es una ciudad de paso y no se piense en las oportunidades que ofrece. Miró a la Costa del Sol y el empuje que están dando los rusos, con lo cual destacó que hay muchas oportunidades: "A la comarca le reprocho que estamos aislados geográficamente y tenemos oportunidades pero no las usamos".

La recta final del diálogo giró en torno al perfil del nuevo trabajador. Pérez lamentó que "intentamos formar a jóvenes para el siglo XXI con planteamientos del XIX". Sánchez pidió que se mida el esfuerzo fiscal, no la presión, y animó a recuperar los valores como el mérito. López añadió que la actualidad es un sistema "mutante e inseguro".