Provincia de Cádiz

26 detenidos más en una operación contra la venta de ropa falsificada

  • La Guardia Civil de Cádiz inició la investigación que culminó en abril con 50 detenidos

El pasado mes de abril la Guardia Civil de Cádiz desarticuló una de las mayores organizaciones delictivas dedicadas a la falsificación y venta de productos de conocidas marcas comerciales, sobre todo ropa deportiva y perfumes. A dicha operación se la denominó Walking y fueron detenidas 50 personas e imputadas otras 21 por un delito contra la propiedad industrial e intelectual. Además de la mercancía falsificada, unos 10.000 artículos valorados en unos 2.184.000 euros, se incautaron 20.000 euros en metálico y 16 vehículos.

Ahora agentes de la Benemérita en Orense han continuado con la investigación y han detenido a 26 personas más, imputando a otras cuatro por los mismos delitos. Además han incautado otros dos vehículos y material por valor de más 200.000 euros.

La organización, que sólo el año pasado distribuyó más de 250.000 artículos falsificados por distintos puntos del territorio nacional, operaba desde las provincias de Cádiz, Sevilla, Huelva, Orense, Badajoz, Álava, Ciudad Real y Albacete.

La operación Walking se inició al detectar a varias personas procedentes principalmente del Magreb y África Subsahariana, que se dedicaban a la venta de artículos falsificados de conocidas marcas comerciales.

Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron que estas personas eran captadas por un grupo organizado para la distribución del género falsificado y, debido a su situación personal y económica vulnerable, lo aceptaban a cambio de unos pequeños beneficios por las ventas.

Asimismo, los agentes se percataron de que la mercancía obtenida -principalmente de Portugal- era almacenada en Orense, donde la organización tenía su centro de operaciones. Posteriormente era distribuida mediante empresas de paquetería y centros de distribución intermedios situados en Cádiz, Sevilla, Huelva, Badajoz, Álava, Ciudad Real y Albacete, como a vendedores itinerantes por toda la geografía española.

La organización utilizaba un complejo sistema de ingeniería financiera, que mediante el uso de testaferros y sociedades interpuestas, les permitía incluir en el circulo legal los grandes beneficios obtenidos con estas actividades habiendo sido utilizados para la financiación del crimen organizado.

La Guardia Civil ha recordado que esta actividad ilícita perjudica a un gran número de trabajadores y propietarios de medianos y pequeños establecimientos que tienen a la venta este tipo de artículos. Este sector vio caer el pasado año las ventas respecto a otros años. En algunos casos el porcentaje de las pérdidas económicas registradas alcanzaron un 85%, lo que ha conllevado en muchos casos el cierre de algunos negocios.

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