La Guardia Civil ha detenido a los cinco supuestos integrantes de una red dedicada a la compraventa de hachís y ha intervenido unos 320 kilos de esa droga, según informó ayer el instituto armado en un comunicado. La investigación comenzó el pasado agosto tras intervenir una moto acuática en el río Guadarranque, en San Roque, que transportaba 148 kilos de hachís y cuyo único ocupante consiguió eludir la acción policial.

Según el comunicado, los agentes lograron detectar a un grupo de individuos que se dedicaban a la introducción de hachís y a la venta de droga a personas que, desde otras puntos de la geografía española, se desplazaban a la zona sur de Andalucía para realizar la compra.

Los compradores contactaban con uno de los ahora detenidos, que era el encargado de proporcionarles la droga y de concertar las citas en establecimientos hosteleros y de ocio de las provincias de Alicante, Murcia, Sevilla y Málaga, donde se concretaban los acuerdos de la venta y el lugar donde se iba a producir.

Al vigilar esas citas, los agentes detectaron una transacción de droga en la localidad sevillana de Dos Hermanas, donde se estableció un dispositivo de vigilancia sobre el vehículo encargado del transporte, que les llevó hacia Antequera, ya que el destino era la zona de Levante, donde se estableció un dispositivo policial para la parada del vehículo.

En el dispositivo de interceptación del vehículo, el conductor hizo caso omiso a las señales de alto, comenzando a aumentar la velocidad y embistiendo a un vehículo oficial que resultó con daños materiales, aunque finalmente, tras siete kilómetros de persecución, se logró la detención de éste y otras dos personas más, explica el comunicado.