Los dos implicados en la muerte de Manuel Amedey Martín, de 38 años, durante una reyerta en plena calle en la medianoche del jueves en San Fernando, serán puestos hoy a disposición judicial.

Según ha podido saber este diario, la mujer, María Encarnación C.M., de 46 años, habría ratificado a la Policía la versión inicial que dio el otro detenido, Jesús Ángel J.A., de 39 años de edad, el conocido delincuente apodado como 'El Serpiente'. Que fue él el que finalmente asestó la puñalada en el abdomen que acabó causando la muerte, horas después, en el hospital Puerta del Mar, de Manuel.

Aunque El Serpiente desde el principio se auto inculpó, la Policía acabó deteniendo a la mujer, al creer que ella era la autora material del apuñalamiento por incurrir el primer arrestado en diversas contradicciones.

No obstante, las pesquisas y pruebas realizadas (entre otras, la trayectoria y fuerza de la puñalada y las huellas dejadas en el arma del crimen) habrían acabado determinado en la jornada de ayer que fue él supuestamente el que 'pinchó' a Amedey. Mientras, la mujer sería la responsable de la herida sangrante que la víctima tenía en la cabeza, al haberle asestado un botellazo.

También Encarnación habría declarado que la víctima había intentado agredirla sexualmente. Al parecer, ella y el fallecido mantuvieron una relación sentimental hace algún tiempo. No obstante, últimamente eran únicamente amantes ocasionales.

Según la versión de ambos detenidos, la víctima habría comenzado a tocar los pechos a la mujer, mientras estaban los tres juntos en casa de ella, en la céntrica calle Cervantes. Ella habría intentado apartarlo, no cesando el fallecido en su propósito, y llegando incluso a agredirla, siempre según sus declaraciones. El Serpiente acabó mediando y se desencadenó la reyerta fatal ya fuera de la casa. Amedey sufrió la rotura de una botella en la cabeza y una puñalada que le interesó varios órganos vitales.

Agentes de la Policía Local lo encontrarían malherido en la calle, sangrando por la cabeza y el abdomen. Durante su traslado en ambulancia al hospital, sufrió una parada cardiorrespiratoria de la que pudo ser reanimado, para horas después fallecer,

Efectivos de la Comisaría de la Policía Nacional isleña desplazados al lugar detuvieron en primera instancia a El Serpiente, y al día siguiente, también a Encarna.