La preocupación de los vecinos de La Almadraba por que algunas de sus viviendas pudieran ser derribadas para dar permeabilidad al Parque Natural, que queda tapado por la primera línea de casas del barrio, comienza a diluirse después que los técnicos del Ayuntamiento consideren que los actuales pasos hacia esa trasera pueden ser suficiente para cubrir las exigencias de Costas. Este organismo advirtió en su momento de que aún con la modificación del deslinde, que dejaba la zona de servidumbre de protección en 20 metros, algunos edificios podrían ser eliminados para que cada 200 metros existieran accesos al borde del Parque Natural. De todas formas, los afectados tendrán que esperar a que Costas se pronuncie sobre sí efectivamente los corredores que hay son suficientes.

La última reunión entre los representantes de los vecinos de La Almadraba y responsables de la Administración local sirvió para despejar esta duda, y muchas otras relacionadas con el plan especial que Urbanismo está preparando para este barrio. La satisfacción en el colectivo vecinal es evidente, reconoció su presidente, José Ruiz Cortejosa. "El trabajo realizado durante años, la insistencia y las demandas exigidas han dado sus frutos", señaló. Primero, cuando después de mucha lucha consiguieron que Costas reconociera que La Almadraba estaba sobre suelo urbano consolidado, con lo que las viviendas no corrían peligro de ser derribadas. Y ahora, viendo cómo sus reivindicaciones quedarán recogidas en su mayoría en el documento urbanístico que regulará específicamente la zona, y también en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). "Lo más importante es que la volumetría de las casas se va a respetar", apuntó. De baja más una, y que el suelo quedará calificado como urbano consolidado. "No tendremos problemas en el futuro. Este documento va a garantizar al vecino la propiedad de su vivienda, le dará seguridad jurídica para poder legalizar las que quedaron fuera de la campaña de 2001", defendió el máximo representante de esta asociación de vecinos.

Entre las diez peticiones que La Almadraba solicitaba que se tuvieran en cuenta para incluir en el plan especial está también la cuestión de la apertura de la zona al Parque Natural. Tanto el delegado general de Desarrollo de la Ciudad, Ángel Martínez, como el redactor del documento consideran que no es necesario el derribo de ninguna vivienda para que el Parque Natural tenga acceso suficiente, dado que se sitúa a la trasera de numerosas viviendas. La Ley obliga a que haya entradas cada 200 metros, y en La Almadraba la distancia entre los callejones que se abren al borde natural es incluso menor. "Es verdad que estas calles tienen anchuras distintas, cuatro metros, algo más de un metro, dos metros, pero no parece que vaya a haber problema", declara satisfecho Cortejosa.

El plan especial prevé igualmente una nueva canalización del cableado de la barriada. Actualmente, todo el cable está en voladizo, lo que resulta estéticamente horrible. "Todos los cables ya deben ir por vía subterránea, pero eso supondría una inversión muy grande. Además, esto ya implica a Sevillana Endesa, que no creo que quiera hacer en estos momentos el desembolso necesario", comenta el presidente de la entidad vecinal.

Por el momento, las superficies que se contemplan como zonas verdes quedarán definidas así en el plan especial, aun cuando los vecinos abogan por que se establezcan para crear equipamientos necesarios en esta zona periférica de San Fernando. "Se podría hacer un polideportivo, o una residencia de ancianos, aquí no tenemos esos servicios", propone Cortejosa. El huerto grande, como él llama a una de las parcelas existentes, podría albergar estos elementos o incluso el local social de la asociación vecinal si fuera posible. "En el Plan General de 1992 venía pintada una rotonda que enlazaba con la Ronda de Estero hacia la playa, ahora en el nuevo ya no está. Se queda como zona verde". En el futuro, ahora más feliz para los vecinos, ya se verá.