Una joven de 26 años, vecina de Chiclana, ha denunciado a la Guardia Civil el maltrato físico y verbal que, según ella, ha estado recibiendo por parte del sobrino de su jefe en el establecimiento comercial asiático en el que trabajaba, desde que comenzara a principios del mes de mayo.

Dichos actos se producían, según asegura la víctima, cuando el jefe no se encontraba en el local y siempre fuera de las cámaras de seguridad existentes en la tienda.

La joven argumenta que, en un principio, ella y su familia no se tomaron en serio estos hechos, pero al ver que las conductas de este sujeto continuaban, procedieron a poner una denuncia.

En declaraciones a este medio, la denunciante asegura que cuando el sobrino del jefe se hacía cargo del local, la insultaba y hacía uso de su autoridad con amenazas de despido o incluso llegándole a decir que si se lo contaba al jefe lo negaría o la acusaría de ser ella la que intentaba agredirle.

Según recoge la denuncia presentada ante la Benemérita, la joven era increpada con expresiones del tipo: "floja, que no vales para nada, que no sabes trabajar, venga vete para tu casa floja", acompañadas de insultos racistas hacia sus padres, tales como "tu padre es un mierda, es un español de mierda y que no vale para nada".

Por otro lado, la joven denuncia que, en una ocasión, encontrándose en su puesto de trabajo, sufrió un ataque de ansiedad a causa del cual cayó al suelo, sin que ninguno de los dueños ni encargados del establecimiento la socorrieran. Al no encontrar apoyo en nadie, según argumenta, llamó por teléfono a su madre, quien se dirigió al establecimiento y dio aviso al 112. Fue entonces cuando este servicio sanitario envió una ambulancia para asistirla.

En la actualidad, la joven se encuentra pendiente de juicio.

Por otra parte, en la madrugada del jueves, un joven fue agredido en el centro de la ciudad por una pareja, que, presuntamente, intentó robarle el teléfono móvil.

La Policía Local había recibido una llamada alertando de que una pareja compuesta por un hombre y una mujer habían agredido a un joven, en una calle del centro. Dos patrullas de la Policía se desplazaron hasta el lugar, donde pudieron confirmar como, efectivamente, un joven había sido objeto de agresión y de sustracción del teléfono móvil.

La Policía realizó de inmediato un rastreo de la zona a la búsqueda de los presuntos agresores, siendo interceptados en la zona de Las Albinas. La joven reconoció en ese momento a los agentes que efectivamente habían intentado robar un teléfono móvil y que por la negativa de su propietario a entregarlo, su compañero le había pegado.

La Policía procedió a la detención de estos sujetos por un presunto delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa. Una vez se instruyeron las diligencias policiales, los detenidos fueron puestos a disposición judicial.