Fernando Jiménez Fornell se considera víctima de una persecución personal. Así lo declaró a los agentes de la Guardia Civil, cuando el pasado febrero tuvo que comparecer para declarar, en calidad de imputado, en la Comandancia gaditana, El aun hoy jefe de Licencias de El Puerto negó saber que la otra funcionaria implicada, Milagros Trigo, su novia, con la que dijo vivía desde hacía 18 años, estuviera al frente del estudio Tec, a través del cual se presentaban los proyectos que se legalizaban, según los agentes.

Aseguró que no sólo informaba a favor los proyectos de este estudio, sino otros también, por tratarse de casas en suelos urbanos a las que, aunque aún no habían desarrollado la tramitación urbanística, había que darles una salida. De ahí que interpretara que todo obedecía a una persecución personal contra él. Y aunque la denuncia hubiera partido de Izquierda Unida, para Jiménez Fornell había sido auspiciada por el actual equipo de gobierno del Partido Popular.

Y fue más allá al apuntar al coordinador de Urbanismo, José Galán, ex edil popular, al que acusó de haber tramitado proyectos idénticos a los de Tec cuando era edil. Y de seguir haciéndolo.

También declaró que su implicación en el caso era en realidad una cortina de humo "para encubrir las malas prácticas urbanísticas del actual equipo de Gobierno". De ahí que le hubieran despojado de las competencias como jefe de Disciplina Urbanística.