La Consejería de Salud y Familias ha continuado en esta semana con el reparto de material de protección a los centros residenciales y de mayores de la provincia de Cádiz. En concreto, desde la Delegación Territorial se ha gestionado la entrega, en los últimos dos días, de 10.600 mascarillas y 5.900 guantes, además de 266 batas, 70 delantales, diez pantallas protectoras y cinco gafas, destinados a la protección del personal que trabaja en estos centros.

La Junta de Andalucía en la provincia gaditana ha distribuido, desde que se iniciara el Estado de Alarma, un total de 237.953 mascarillas y 92.665 guantes, según ha informado la administración autonómica en una nota.

Asimismo, ha hecho entrega de otro tipo de material de protección como gel hidroalcohólico, EPI, pantallas faciales, batas, trajes, gafas y delantales para proteger a los funcionarios y personal laboral de servicios esenciales de la administración, a los del servicio de ayuda a domicilio y a los centros residenciales y de mayores.

Además de distribuir este material a residencias, la Delegación Territorial de Salud y Familias ha implementado un sistema de seguimiento y apoyo para los cuidados y prevención del Covid-19, en el caso de aquellas personas atendidas en estos centros.

En ese sentido, la provincia cuenta con una Red de trabajo a partir de los centros sanitarios de los distritos y áreas de referencia de los centros residenciales: las áreas de gestión sanitaria para Campo de Gibraltar, Jerez, Costa Noroeste y Sierra, el Distrito Bahía de Cádiz-La Janda para estas dos comarcas, además de los centros hospitalarios del SAS y los que mantienen concierto con la Junta.

Esta red está formada por enfermeras gestoras de casos que actúan coordinadamente con las enfermeras de familia de los centros de atención primaria. Este equipo tiene por objeto atender, asesorar y colaborar en la atención a los problemas de salud de personas que viven en centros residenciales, surgidos a tenor de la situación provocada por la aparición y extensión del Covid-19.

De igual forma, además de contar con la enfermera gestora de casos, y para aquellas situaciones que por su complejidad o condiciones clínicas lo requieran, se activa la atención médica presencial a través del desplazamiento de los equipos de salud del centro sanitario o la activación de los servicios de urgencia y, cuando sea necesario, de los servicios especializados hospitalarios mediante teleconsulta o visita presencial.

Igualmente, cuando se detecta la necesidad de presencia de profesionales para continuar con los tratamientos necesarios, así como la vigilancia y control de síntomas durante el tratamiento y evolución de los pacientes, se dota a la residencia de las necesidades profesionales y materiales que se vayan requiriendo por parte de las propias residencias, en base a criterios clínicos.