Provincia de Cádiz

Los comités de la Bahía temen la quiebra de Navantia "en breve"

  • La empresa asegura que "quiere negociar" mientras que los sindicatos piden la dimisión del equipo directivo para que "no peligre una carga de trabajo histórica"

Una treintena de representantes sindicales de las tres factorías de Navantia en la Bahía se concentró ayer frente al centro de la capital gaditana para volver a exponer sus reivindicaciones y quejas por la situación actual que les ha llevado a aprobar un calendario de movilizaciones durante el mes de octubre y a pedir la dimisión del presidente de la empresa pública de construcción naval, Juan Pedro Gómez Jaén, y de su equipo.

Lo curioso del caso es que ambas partes, sindicatos y empresa, coinciden en tres asuntos que, en teoría, les enfrentan: en primer lugar, comités y Navantia aseguran que su primer objetivo es seguir negociando, pero la realidad es que no hay nueva fecha para otra reunión; en segundo término, ambas partes coinciden en que la carga de trabajo es histórica, pero la diferencia estriba en que los sindicatos temen por ella "si los actuales directivos siguen con esta gestión", y la empresa esgrime que "si los sindicatos aprueban movilizaciones, no tenemos nada que objetar, pero no es el mejor reclamo para los actuales y los futuros clientes"; por último, dirección y comités aseguran que quieren negociar el plan industrial, pero mientras los sindicatos afirman que Navantia no está dispuesta, desde la empresa se asegura que se presentó dicho plan el pasado año y se creó una mesa de seguimiento que ya lleva cuatro reuniones.

Lo más grave de la actual situación, según expuso ayer Jesús Gargallo (presidente del comité de empresa de la factoría de Cádiz, erigido ayer en portavoz del resto de sus compañeros), es que si la clase política "no quita de en medio a estos impresentables, nos pueden arrastrar a la ruina". Calificó la gestión del actual equipo directivo de "nefasta", que puede derivar en "una verdadera catástrofe para la Bahía de Cádiz, Ferrol y Cartagena".

En este sentido, añadió que personas con "más de 70 años no pueden estar al frente de esta empresa" porque, a su modo de ver, "no aspiran a otra cosa que no sea jubilarse con sueldo de reyes y ya no tienen ninguna ilusión por este centro". Así, señaló que si el actual presidente sigue con esta gestión, pronto llevará a Navantia a una situación "de quiebra técnica, iremos a la ruina, a un estado muy parecido al que estaba la antigua Izar a finales de 2004".

Gargallo recordó que, en esos acuerdos que dieron paso al nacimiento de Navantia, la parte social (sindicatos y comités de empresa) cedieron "de forma dolorosa" para reconducir la empresa, aceptando medidas como la pérdida del 50% de la plantilla en el conjunto de los astilleros de todo el país (de los 10.000 de Izar a los 5.000 con los que nació Navantia), o el cierre y privatización de varios centros (Sevilla, Manises o Juliana). Por eso, a su juicio, "nosotros hemos cumplido; ahora le toca a la empresa".

Con respecto a la negociación, fuentes de Navantia señalaron ayer su "total disposición a seguir negociando, como demuestra el hecho de las dos últimas citas en las que convocamos al comité intercentros y se negó a acudir". Además, la empresa entiende que "en un momento histórico de carga de trabajo, con una cartera de pedidos global que roza los 6.000 millones de euros con programas para seis Marinas distintas, lo que hay que hacer es terminar los programas en precio y en plazo para consolidar nuestro futuro".

Jesús Gargallo también negó las palabras del presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enrique Martínez Robles, en las que aseguró que los comités "piden una subida salarial del 10%". Al respecto, el portavoz de los comités de la Bahía aseguró que "no es cierto; no nos va a dar vergüenza decir que lo que no queremos es perder nuestro poder adquisitivo, pero que todo el mundo entienda que esa subida que forma parte del convenio colectivo es una parte más de nuestras reivindicaciones del plan industrial".

En ese sentido, volvió a desgranar todas las exigencias que los sindicatos creen justas para "garantizar el futuro de todas las factorías" y que son "incumplimientos de la empresa": un plan para la industria auxiliar, rejuvenecimiento de plantilla o el 20% de construcción civil. Gargallo recriminó al presidente de Navantia sus palabras en las que aseguró que las pérdidas que se prevén para el próximo ejercicio se deben al aumento del costo de materiales. "Eso es como culpar a los trabajadores", dijo el portavoz sindical.

En este sentido, desde Navantia añadieron que "el aumento de los costes es una realidad y es una de las causas por las que iremos a números rojos, aunque es pronto para saber cuánto". Como ejemplo, desde la empresa explicaron que el coste de la tubería de cobre ha subido un mil por cien, o el acero, un 300%.

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