El encierro de cuatro delegados sindicales del comité de empresa del Ayuntamiento de Los Barrios cumplió ayer sus primeras 24 horas. Lejos de existir un acercamiento de las posturas, los sindicalistas y el gobierno municipal se alejan cada vez más habida cuenta de que los primeros acusan al alcalde, Jorge Romero, de practicar medidas de bloqueo como impedir el acceso de personas al lugar del encierro o el cambio de cerraduras en el Ayuntamiento con el fin de forzar el final de las protestas. De hecho, empezaron más delegados pero no se les permitió volver a entrar una vez que salieron del edificio municipal a lo largo de la tarde y noche del miércoles. Los sindicatos exigen la retirada del ERE que pide autorización para despedir a 178 trabajadores municipales y la vuelta a la negociación.

El alcalde, por su parte, negó a este periódico que se esté presionando a los delegados para que cesen el encierro ni que se les haya impedido el acceso al cuarto de baño. Sí fue tajante en que no se permite la entrada de nadie más al salón de plenos -con el fin de que no sean relevados- aunque se facilita la entrega de víveres a través de agentes de la Policía Local que custodian el edificio.

El presidente del comité de empresa, Manuel Piña (quien no pudo dormir en el Ayuntamiento), censuró que no se permita el acceso recordando a "tiempos pasados" en contraste con los encierros protagonizados por sindicalistas con los alcaldes socialistas o incluso por el propio alcalde andalucista en su etapa al frente de la oposición.