COAG Cádiz: "Todo pintaba bien, pero al final no ha sido un buen año para el campo gaditano"

La coordinadora señala que, a pesar de las lluvias, enfermedades y plagas han hecho estragos en la provincia

Agricultores y ecologistas coinciden: es ahora cuando hay que planificar el uso del agua

Esta vendimia ha sido la peor de los últimos quince años en el marco de Jerez.
Esta vendimia ha sido la peor de los últimos quince años en el marco de Jerez. / Manuel Aranda

Desde COAG, Miguel Pérez explica que la situación del campo gaditano antes de las lluvias de este año estaba al límite. Los cultivos de secano, los más perjudicados, tuvieron que soportar cinco años de sequía, “con producciones muy bajas”. Cinco campañas muy duras también para los regantes, que vieron reducida su dotación hasta un 80%.

2015 ha terminado siendo un año “excepcional” en cuanto a pluviometría, “pero ello no significa –añade Miguel Pérez– que haya sido un buen año: todo pintaba bien pero, al final, las inundaciones, las plagas y las enfermedades han hecho estragos en la provincia. La parte positiva –puntualiza– es el acopio de agua en los pantanos, aunque todavía no estamos en los mejores niveles, por ello hay que ser prudentes”.

Dentro de todo, los cultivos que mejor se han recuperado son los leñosos de secano (olivar, viñedo, almendros…). Hasta el cambio de tónica, “la situación era crítica, incluso con mortandad de plantas. Ahora afrontamos el año con menos preocupación que en los anteriores, aunque hay que esperar a ver que tal se dan el otoño, el invierno y la primavera”.

"SI LOS ESPECULADORES LO PERMITEN, EL ACEITE SUBIRÁ"

Aun así, la aceituna se está arrugando por falta de humedad, tras un septiembre seco. De modo que, “si los especuladores lo permiten, el precio lógicamente subirá”, advierte el portavoz de COAG.

La viña ha presentado una campaña muy por debajo de los estándares habituales: en la campiña jerezana, la producción marcó un 45 % menos de lo habitual. Nosotros anunciamos una fuerte reducción y desgraciadamente, acertamos –afirma el portavoz– La aparición del mildium ha acabado con viñas completamente, y otras se han visto afectadas en un alto porcentaje. Las olas de calor también han influido muy negativamente, restando peso a la uva que había quedado sana”.

Miguel Pérez recuerda que hay asuntos críticos, por ejemplo, la salinización por el uso del agua en la zona del Poblado Doña Blanca: “Si arreglamos este problema –insiste–, nos daremos cuenta de que esas tierras y sus condiciones climáticas son idóneas para diversificar cultivos y hacer una agricultura de primor”.

NECESIDAD DE UN REGISTRO PÚBLICO DE REGANTES

Quizá la prioridad en el actual mapa del campo gaditano sea resolver, a nivel administrativo, quién tiene concesión y quién no:“Y por tanto –señala Miguel Pérez–, quién debe pagar por el uso del agua. Sabemos que la Junta está trabajando en este asunto y debemos conseguir tener un registro de regantes público y transparente, ya que es un instrumento imprescindible para actuar frente a usos indebidos o ilegales. En la era de la digitalización, no se comprendería que la administración no conozca al milímetro qué es lo ocurre con el agua”.

“En la cuenca del Guadalete –prosigue– hemos propuesto una serie de obras y actuaciones que no son muy caras, en algunos casos, recuperando antiguas estructuras que nuestros antepasados diseñaron”.

Desde COAG, ven el inicio del año hidrológico con la posibilidad de que se pueda terminar la limitación del 25% por sequía: “Es cierto que en la toma decisiones debemos ser prudentes –concede Miguel Pérez–. pero como decíamos antes, todos debemos sacrificarnos. No es lógico que el único perjudicado sea el agricultor”, añade, recordando que ha sido “el único sector que ha ahorrado agua, mientras que el resto ha seguido consumiendo como si estuvieran los pantanos llenos. Por ejemplo, quizá sea el momento de articular una ecotasa para aquellos que nos visitan. Por otra parte, hace falta mejorar las instalaciones del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, que mantiene a duras penas instalaciones antiguas. Y no son los Ayuntamientos los que tendrían que soportar estas obras”.

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