Provincia de Cádiz

"El chiringuito debe ser regulado pero sin olvidar que es parte de nuestro encanto"

  • Para este experto, "la provincia está de moda, goza de merecida fama de playas vírgenes y hasta de cierto halo hippie", lo que le da ventaja sobre una Costa del Sol "masificada y estancada en su modelo"

Antonio Arcas, profesor de Estructuras Turísticas de la Universidad de Cádiz y que fuera presidente del extinto Observatorio Turístico Provincial -hoy Observatorio Turístico de la UCA- mantiene que si la provincia no sufre excesivos problemas en la actualidad es porque "entre otras cosas está de moda". ¿A qué tipo de moda se refiere el experto? Pues básicamente a una tendencia en la que ha tenido mucho que decir el mundo de la farándula, que ha elegido las playas provinciales para sus días de asueto y descanso. "Tenemos una imagen muy interesante de playas vírgenes, de respeto a la naturaleza, de cierto ambiente hippie, todo ello en detrimento de la competencia que se ha quedado muy estancada". Cuando Antonio Arcas habla de competencia se refiere en concreto a la Costa del Sol, la hasta hace unos años intocable ribera malagueña. El profesor Arcas entiende que "nuestros competidores están en una fase de saturación" o, lo que es lo mismo, la masificación se ha hecho una de sus señas de identidad, algo que, por cierto, no está nada de moda. Pese a todo, hay zonas de la provincia como Tarifa o Zahara "donde se están dando casos de sobreoferta alojativa extrahotelera con lo que las poblaciones habituales se están duplicando e incluso triplicando". Tarifa una población de 17.619 habitantes, alojó en su oferta hotelera en el pasado mes de agosto del 2008 a 20.724 viajeros, sin olvidar a las más de cinco mil plazas de camping que ofrece el municipio de tarifa. La capacidad de carga de estos municipios se supera. "Ello puede suponer el efecto negativo de la no satisfacción".

Este verano de 2009 será recordado como el verano en que las autoridades comenzaron a regular el ocio veraniego. A la polémica del horario de los bares en verano le antecedió la de los chiringuitos, asunto sobre la que Antonio Arcas tiene una opinión muy clara: "El chiringuito debe ser regulado, pero nadie debe olvidar que forma parte de nuestro encanto, de nuestra oferta turística y de nuestro estilo de vida. El chiringuito es algo que también vendemos a los turistas que nos visitan".

La provincia tiene 220 kilómetros de playas "donde conviven modelos turísticos muy diferentes", apunta Arcas quien añade que "al igual que los modelos existentes en la provincia son varios, lo son también las múltiples ofertas a las que puede acceder el cliente, aunque no estén muy bien articuladas". Es por ello que "hacer un análisis global es especialmente complicado". "Vayamos por partes, no es igual ni muchísimo menos el modelo que se puede encontrar en Chipiona que el que se puede disfrutar en Chiclana".

Desde un punto de vista turístico y geográfico, las costas de la provincia se dividirían en las siguientes partes: la Costa Sur Atlántica (De Chiclana a Tarifa) y la Costa Noroeste (de la Bahía hasta Sanlúcar). "La Costa Sur Atlántica es un destino consolidado, atractivo, con oferta muy diversa y plantas hoteleras nuevas. Se trata de una oferta de litoral muy importante. No en vano, toda esa zona está casi llena. Se trata de un modelo turístico muy bien confeccionado. Allí, los hoteleros nos dicen que este verano disfrutan de la línea de ocupación muy parecida a la que tuvieron otros años aunque, eso sí, el gasto per cápita ha bajado".

El otro modelo turístico de la costa provincial es el de la Costa Noroeste. Se trata de las localidades de Cádiz, El Puerto, Rota, Sanlúcar, Chipiona... "Allí predomina el turismo residencial. Muchas de las personas que allí pasan el estío poseen una segunda vivienda o utilizan el régimen de alquiler. Según se ve a simple vista y como demuestran los análisis que se realizan "ha bajado la demanda de alquileres e igualmente lo han hecho los clientes en los bares y restaurantes si bien el consumo en los supermercados se ha mantenido en sus niveles de negocio. Esto significa que la gente sigue yendo de veraneo pero gasta mucho menos y lo que podría tomar en la calle a veces decide tomarlo en casa". Otro destino provincial es el turismo de interior, que se ubica geográficamente en la Sierra, donde están en la actualidad ligeramente por debajo respecto a los datos del pasado verano".

Jerez, en todo este panorama, es un caso especial. "No en vano los hoteles de la ciudad vienen a atender tradicionalmente una demanda residual que le llega después de que la costa se haya quedado sin plazas hoteleras. Es lo que se conoce como el efecto rebose", efecto que este año se verá reducido como consecuencia de la caída de demanda en el litoral.

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