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Pedro Pacheco Herrera | Ex alcalde de Jerez

"La cárcel ha estado mucho tiempo sin salir de mí"

  • El ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco "goza" de la libertad definitiva tras tres años de condicional 

  • Asegura que le "pica el gusanillo" de la política, pero no tiene un proyecto al respecto a pesar de que dice que la ciudad "no está para tirar cohetes"

  • Habla de los diablos cuando mira hacía atrás y confiesa que la Justicia "es el peor servicio que tenemos"

  • "Ya soy libre"

Pedro Pacheco, durante la entrevista con este Diario.

Pedro Pacheco, durante la entrevista con este Diario. / Manuel Aranda (Jerez)

El ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco (Jerez, 1949) "goza" de su nuevo estado de libertad definitiva tras tres años de condicional. Pone fin así a las restricciones de movimiento a las que estaba sometido. Pacheco ingresó en prisión en octubre de 2014 y no disfrutó de su primer permiso penitenciario hasta mediados de 2017. En 2019 obtuvo la condicional. Fue condenado a siete años y cuatro meses por dos casos, uno por la contratación de asesores a través de una empresa municipal y otro por unas obras realizadas en la Casa de El Rocío en Almonte. También fue condenado por la venta de la antigua estación de autobuses aunque la Audiencia Provincial aceptó la suspensión del cumplimiento de la pena. Nos recibe en su casa, muy contento, sonriente, casi eufórico, aunque a la espera aún del indulto que deje sin efecto la inhabilitación para ejercer cargo público. 

-¿Se siente más libre ahora, que tiene la libertad definitiva, que en su vida antes de entrar en la cárcel? 

-No me lo creo. Estar libre de movimiento, sin restricciones. Decir que la aventura o la pesadilla que empezó el 24 de octubre de 2014 ha terminado es para gozarlo ampliamente.  

-Dice que no quiere mirar hacia atrás. 

-No, no quiero. Yo salí de la cárcel, pero yo creo que la cárcel ha estado mucho tiempo sin salir de mí. No ha sido tan fácil. Pero bueno, creo que he encarado el futuro y he dejado atrás mucho daño de esa época.  

-¿Todavía está digiriendo la libertad? 

-Me siento raro. Celebrar que ya no tengo restricciones a mi libertad es muy bueno, no es tan fácil, pero es muy bueno. No podía salir de la provincia de Cádiz, eran requisitos como si fuera el enemigo público número 1. Como si fuera a huir. Y, ¿a dónde voy a ir yo? Sólo podía salir bajo petición previa. Ahora sólo quiero gozar y ver cómo está el tema del indulto para terminar de una vez por todas y que el disfrute sea completo. Y ya está.  

-¿Volverá a la política? 

-La sección política española, como siempre, desde la Transición, está siempre en una montaña rusa. Están las cosas muy movidas. Jerez no es una excepción. Pero yo estoy muy tranquilo, ya estoy libre (ríe).  

Yo no tengo cargo público, pero yo no me he ido de la política. Yo soy un animal político. No me veo sentado en mi despacho leyendo y tomando apuntes. Yo me tengo que buscar algo. Yo era pura sangre, siempre en movimiento, y ya llevo mucho tiempo parado. Eso no es bueno para mí. Me emociona cuando se ven venir las elecciones y las confrontaciones y te pica un poco el gusanillo. Pero todavía queda mucho tiempo. La maratón se gana cuando tú cruzas la meta aunque sea a gatas. Hay que ir administrando las fuerzas.  

-¿No tiene entonces ningún proyecto político a la vista? 

-No, de verdad que no. Yo me entrevisto mucho con chavales de Andalucía Por Sí, también de Convergencia Andaluza, ahora estoy con el libro que se va a presentar en la ciudad 'La historia del Partido Andalucista' (I) en el que se habla de nosotros en la lucha clandestina (ríe). Además, es un libro curioso porque adjunta los documentos de los que se habla. La ciudad no está para tirar cohetes (ríe). No sé. Ya pedirle al gobierno que corrija su trayectoria, no creo que tenga tiempo. Las cosas que dicen, las inversiones, hay que creérselas a medias. El gran drama que tiene este país es que no somos capaces de gastar bien los millones de los Fondos Europeos. Dicen que la culpa la tiene la mala Administración que hay. Por favor, ¿se ha hecho alguna vez por reformar la Administración Pública, la local? No miremos hacia el lado.  

-¿Qué podría usted ofrecer a Jerez? 

-Hay que animar a la plantilla. En mi época, yo veía una alegría en los funcionarios mañana y tarde. Un bullicio que ya no se ve. Ahora, veo a los que estaban en mi época y están ahora, y no tienen alegría. Hay que inculcar al funcionario público la ilusión por las cosa municipales. No están motivados.  

-¿Ha soñado con la creación de un partido político, un nombre? 

-No. Creo que no hace falta crear más partidos políticos, en mi opinión. Sí reformar cómo están funcionando los que hay, que dejan mucho que desear. Mucha democracia de boca para afuera. Lo que sí hace falta es cambiar la forma de relacionarnos con los representados, que es una vergüenza.  

-¿Cómo cree que se avecina la campaña electoral municipal? 

-Nada de plana. Hay una señora que ha aterrizado de Madrid aquí (se refiere a María José García-Pelayo)  que tiene mucho que decir. Y es muy vulnerable. Su época es muy negra en la historia de Jerez. Ya no sólo el tema Gürtel, sino el de la venta del agua, en qué condiciones, qué hubo por encima de la mesa y por debajo... El tema del ERE en el Ayuntamiento. El PP no se ha renovado a nivel local, pero sí en Andalucía con nuevos líderes. Aquí en Jerez hay un coto que ha impedido los vientos del cambio, imposible. Es una señora que hace tiempo que no veía, que no venía ya a Jerez, que ahora dice que ha venido en contra de su voluntad. La campaña con ella no va a ser plana porque los ciudadanos no van a estar impasibles. Como las familias que pisotearon con el ERE. ¿Cree de verdad que van a estar tranquilos? Tendrán que expresarse. ¿Y cómo vendieron el agua, con esas anomalías? Una venta del agua que no se recurrió porque en aquella época existía la ley contenciosa administrativa que obligaba a un aval por parte de los que pedían la suspensión de los acuerdos. Y claro, cuatro, cinco o seis concejales no pudieron conseguir un aval de tantos millones. Así que cuando yo oigo que va intentar que sea una campaña plana, de plana nada (ríe). Hay que rendir cuentas, en mi opinión.  

-¿Ha recibido muchas felicitaciones por la libertad? 

-Tengo el móvil increíble (ríe y recita varios nombres).  

-¿Le han dado muchos amigos la espalda durante este tiempo? 

-Sí, pero eso ocurre en la vida. Cuando entras en política, en la mejor época de España que es la Transición, e incluso antes de la muerte de Franco, que a veces parece que no murió, el político se convierte en un panal de rica miel y se acercan distintos tipos de abejas (ríe). Cuando ya no lo eres, esa abeja se va. He perdido amigos y además, muy amigos. Se pierden y se ganan.  

-Esas pérdidas, ¿las ha superado? 

-Sí, porque la vida sigue. Qué vas a hacer, si he ganado otros. Decir lo contrario es mentira. Es como decir que yo cuando salí en libertad condicional, incluso de permiso, había adquirido malos hábitos de allí. Mi carácter venía un poco cambiado y yo, que nunca he odiado, tenía un sentimiento parecido al odio. Lo consulté con un psiquiatra y me dijo que era normal, lo anormal sería que no tuviera tendencia a ciertas cosas. Había que tratarlo. Con el tiempo y mi perseverancia me dijo que lo arreglaría. Y así fue.  

"Lo de que la "justicia es un cachondeo"... ahí está; aquella frase es una broma con lo que hay ahora, que es más serio"

-¿Esos son los diablos a los que se refiere cuando mira atrás? 

-Sí. El odio, el ambiente que vives... eso te destroza. El mal ambiente que hay en esas prisiones, el drama familiar, eso es para escribir un libro.  

-¿Se lo plantea? 

-Es que tengo que escribir tantas cosas. Si escribo las memorias, tantos años de política, mi experiencia en la cárcel (ríe), no sé de dónde voy a sacar tiempo.  

-Muchos malos momentos que recordar... 

-Bueno, yo voy muy orgulloso por la calle y yo he estado muy orgulloso allí, y yo voy sin escolta, ¿eh? El trato que me ha dado la gente es exquisito. Al contrario, me dicen déjate de tonterías y tanto andar y venga, que está Jerez muy mal. Yo siempre digo, en enero más o menos (ríe).  

-¿De qué se arrepiente... o de qué no? 

-De lo que me llevó el 24 de octubre de 2014 a ingresar en prisión: dos contratos de dos zangolotinos que dice que son incompatibles conmigo. Incluso el secretario general del Ayuntamiento dijo que eran legales (ríe). ¿De qué te vas a arrepentir? Dicen otros: es que pasaste un momento complicado y la pagaste tú... Puede ser que sí o que no. Pero creo que antes y después de mí ha habido unos comportamientos extraños. Recientemente observé que una alcaldesa de aquí cerca, con 76 contratos ilegales, había pactado con el fiscal y no pasaba nada. Increíble, ¿no? ¿Arrepentirme de lo que hice? Bueno... Con lo que he pagado en dinero y en años allí, ya tengo bastante, ¿no? De los contratos no me voy a arrepentir nunca, ni de la obra que hizo la hermandad en El Rocío, que tuvo una subvención según las normas de concesión de las subvenciones y prefirió arreglar su casa en El Rocío. Son cosas rarísimas que habría que estudiarlas bien. 

-¿Siente que fueron a por usted? 

-Yo creo que sí. Porque lo de que la "justicia es un cachondeo"... ahí está. Aquella frase es una broma con lo que hay ahora, que es más serio. Es el peor servicio que tenemos. Ahí están ridiculizando la democracia española. Fijaos en la renovación del Poder Judicial y el mantenimiento ilegal de magistrados en el Supremo y el Constitucional, fijaos en los comportamientos tan raros. Es el servicio que creo que presta menos confianza al administrado.  

-Cambiando de tema, tiene una nueva faceta que es la de actor. Ha actuado en 'Despedida Sangrienta 2', de los Hermanos Baba, un cortometraje que desde el 1 de septiembre estará en la plataforma Filmin. También en Mr. Kato seguirá ejerciendo de su papel como sheriff del condado.  

-(Risas) Voy para arriba, ¿eh? (ríe). Hombre, a mí me gusta mucho el cine, sobre todo, el cine negro y del oeste, que me vuelve loco, y el cine histórico. Me ofrecieron esta oportunidad y dije que sí (ríe). Así que, aquí estamos. 

-A propósito, ¿va a renovar su carnet del Xerez Club Deportivo? 

-¿Por qué no? (ríe). 

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