Provincia de Cádiz

El buen tiempo aplaca la riada, la segunda en menos de un mes

  • Rescatan a un conductor atrapado por el agua bajo el puente de la autopista, en Jerez El Ayuntamiento cree que "la situación está controlada" y los vecinos desesperan por la reiteración

La segunda riada en menos de un mes del Bajo Guadalete se quedó en un buen susto para los vecinos de la zona inundable de Jerez. Así lo entienden al menos el Ayuntamiento y los efectivos del Plan de Emergencias, que ayer anunciaban que la situación está bajo control y tiende a estabilizarse, en buena medida por la tregua que ofreció ayer el tiempo pese a la alerta amarilla por lluvias decretada hasta las seis de la tarde.

Con el agua desbordada por la vega del Guadalete, aunque sin alcanzar los principales núcleos rurales que cíclicamente y con cada vez más periodicidad están expuestos a las inundaciones, el escenario de cierta normalidad únicamente se vio alterado por la negligencia de un conductor, que tuvo que ser rescatado sobre la una de la tarde por los servicios de emergencias tras hacer caso omiso a las señales del corte de la carretera CA-3113 (El Portal-La Ina)-, en la que quedó atrapado y con su vehículo bajo el agua.

Lo que a simple vista parecía un charco fácil de cruzar bajo el puente de la autopista era una trampa de agua de metro y medio de altura que engulló al turismo mientras su conductor lograba encaramarse sobre el techo para esperar la llegada de los equipos de rescate, dispositivo en el que participaron numerosos efectivos de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Protección Civil y Bomberos, estos últimos encargados de socorrer primero al conductor y de remolcar luego el vehículo.

Una vez en tierra firme, y sin aparentes daños personales, la Guardia Civil se hizo cargo para tomar declaración al conductor, quien alegó no haberse percatado del corte de la carretera señalizado con vallas y conos. La escena congregó a un buen número de curiosos, la mayoría vecinos de Lomopardo que acudieron al lugar atraídos por las sirenas de la docena larga, quizás quince vehículos de las fuerzas de seguridad y del dispositivo de emergencia en labores de vigilancia del cauce del río y los núcleos de población dispersos por su vega.

Poco antes del incidente, el Ayuntamiento emitió su último parte de la jornada para informar de la reapertura al tráfico de la carretera de Torrecera a Paterna (CA-4107), en la que Protección Civil, no obstante, recomendaba a los conductores extremar la precaución para transitarla. En la misma nota, el gobierno local comunicaba que seguían cortadas las otras dos carreteras del término municipal afectadas por la riada, en concreto, la del conductor rescatado y la de La Ina, cerrada a partir del kilómetro 3, pasado el puente de La Greduela, al que apenas le quedaban unos centímetros para que el agua saltara por encima de la calzada.

En esta barriada rural, los vecinos se afanaban en el achique de las parcelas con bombas de agua desesperados ante la reiteración de las inundaciones, a las que exigen una solución ya como el resto de los habitantes de la zona inundable y de los agricultores afectados por el nuevo desbordamiento del Guadalete, en particular los propietarios de parcelas a ambos lados de la carretera de La Ina.

El resto de la jornada discurrió con normalidad y a media tarde, la cota del río se mantenía por encima de los 5,7 metros pero con tendencia a bajar, por lo que de cumplirse las predicciones meteorológicas, que anuncian buen tiempo para los próximos días, el agua comenzará a evacuar la zona inundada.

Los pantanos redujeron ayer sensiblemente el ritmo de desembalse, en particular Bornos, que con un 83% de ocupación cerró sus compuertas tras la suelta por la mañana de unos 26 metros cúbicos por segundo, un tercio de la cantidad vertida al río en los días previos.

Guadalcacín, por su parte, mantenía el desembalse por el desagüe de fondo y por las tuberías de riego a 26 metros cúbicos por segundo dada su elevada ocupación, próxima aún al 98,5%, el récord absoluto en los 18 años de historia del principal pantano de la provincia y el segundo de Andalucía con 800 hectómetros de capacidad, casi el doble que las otras tres presas de la cuenca -Bornos, Zahara y Hurones- juntas.

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