Provincia de Cádiz

Un bombero de Conil fuera de servicio salva la vida a un hombre en Murcia

  • Francisco Rosado realizó una reanimación cardiopulmonar (RCP) al vecino de Lorca después de que éste se desvaneciera mientras jugaba al pádel

Francisco Rosado, el bombero de Conil.

Francisco Rosado, el bombero de Conil. / D.C.

“Es de bien nacidos ser agradecidos”, dice el refrán, un dicho popular que un vecino de Lorca, en Murcia, ha querido llevar a la práctica a través de una carta remitida a Francisco Rosado, un bombero gaditano del parque de Conil que le salvó la vida a primeros de agosto en tierras murcianas.

Tal y como ha explicado el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz en una nota, Pascual Andrés Ruíz, el remitente de la misiva, estaba jugando al pádel cuando sufrió un desvanecimiento así como insuficiencia respiratoria. A la espera de los servicios sanitarios, el bombero gaditano se percató de lo ocurrido y decidió realizarle una reanimación cardiopulmonar (RCP) que mantuvo hasta la llegada del equipo de soporte vital. Su actuación, que se prolongó durante 15 minutos, fue fundamental para salvar la vida al perjudicado, que se recuperó tras una semana en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Francisco Vaca, presidente del Consorcio Provincial, ha trasladado al bombero la misiva y ha querido devolver ese reconocimiento que tanto estimula y refuerza la labor de servicio de sus profesionales, así como valorar su vocación de ayuda presente dentro y fuera del trabajo.

Asimismo, Vaca ha querido destacar la importancia del intercambio de formación que mantiene el Consorcio con el resto de servicios de emergencia intervinientes. Bomberos y sanitarios se forman mutuamente en labores básicas que repercuten en una mejor coordinación a la hora de actuar en un siniestro y, por ende, en la eficacia de los resultados.

A partir de septiembre y durante un año, todos los efectivos del Consorcio de Bomberos recibirán como complemento un curso de desfibrilación externa semiautomática y primeros auxilios. El curso responde a la incorporación de equipos DESA en la dotación de materiales de los nuevos vehículos, autobombas urbanas ligeras, en construcción que empezarán a llegar a final de año. Una formación imprescindible para poder actuar como primer interviniente en una parada cardiorespiratoria en un suceso hasta la llegada de los equipos de soporte vital avanzado.

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