Los trabajadores de Navantia continuarán con sus reivindicaciones hasta que los anuncios de nueva carga de trabajo –ya sea el Buque de Acción Marítima (BAM), ya sea el gasero para Gas Natural– realizados por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) no se confirmen en contratos. “Somos rigurosos y hasta que la orden de ejecución no esté sobre la mesa no vamos a dejar las reclamaciones y entonces ya veremos porque seguirá en juego el futuro de la empresa”, manifestó el presidente del comité de empresa de los astilleros de San Fernando, José Antonio Oliva, en la concentración que los trabajadores de la factoría vienen protagonizando en la plaza del Rey de manera periódica.

El también máximo representante sindical de las factorías de Navantia de toda España mostró el malestar de la plantilla por la “utilización política” sufrida. Esta empresa, insistió, no se merece estar supeditada a “movimientos políticos de generación espontánea”. “¡Benditas elecciones!”, exclamó con ironía porque, sin información de ningún tipo en estos meses, esperaban un anuncio de esta índole en fechas próximas a los comicios europeos. A pesar de estas “expectativas nuevas que se abren”, Oliva pone en tela de juicio este posible encargo de un BAM para la Bahía. Más dudas tiene, incluso, sobre el anuncio de la construcción de un gasero (en Puerto Real) del presidente de la SEPI, que por un lado tildó de “escandoloso” y “veleidoso” al no estar confirmado por Knutsen o Gas Natural; y por otro lo considera “un intento de remediar el anuncio en Galicia de un programa que es específico para la Bahía” y que se compartirá con el astillero ferrolano.

El presidente del comité de empresa isleño recordó que la construcción de los BAM ha sido desde hace dos años la principal demanda de los astilleros para asegurar la actividad del sector naval de la zona y para cuya segunda fase sólo era necesario aprovechar el capítulo VIII de los Presupuestos Generales del Estado del Ministerio de Industria. “Y sin embargo perdieron la oportunidad de que Navantia fuera una herramienta indispensable para la economía de la provincia. En estos dos años se han perdido 6.500 puestos de trabajo, 180 empresas han cerrado,  se ha creado paro y se ha llevado a mucha gente a la desesperación. Alguien tendrá que asumir responsabilidades por eso, y por la represión policial sufrida, detenciones y los juicios pendientes”, dejó claro. 

La confirmación del encargo del BAM para los astilleros de La Carraca no se traducirá en actividad a los talleres, donde la subactividad ya es muy elevada, hasta después de verano como mínimo. “Si se diera la orden e ingeniería comenzara con los planos mañana mismo el corte de chapa empezaría en septiembre”, comentó para hacer una idea de los plazos Oliva, que reconoce que el trabajo de los ingenieros puede estar adelantado un 40% porque estos programas se mantienen en continua revisión. Ni siquiera esta carga de trabajo será suficiente puesto que la segunda fase contemplaba hasta cinco nuevos BAM y no dos.