Hoy se cumplen 25 años de la apertura definitiva de la Verja de Gibraltar, que había sido cerrada por el dictador Franco el 8 de junio de 1969 como represalia por la aprobación de la Constitución de Gibraltar. No obstante, el paso para personas había sido restablecido en diciembre de 1982, tras la llegada a la presidencia del Gobierno español de Felipe González, poniendo así fin a trece años de separación física entre familiares y amigos, y de mensajes a través de la Verja.

La apertura definitiva para personas y vehículos se produjo apenas dos meses después de la firma de la Declaración de Bruselas, marco de las negociaciones bilaterales entre España y el Reino Unido, y fue recogida en sus páginas por el Diario de Cádiz en la edición del 5 de febrero de 1985.

A las 17:30 del día 4 habían sido sustraídos los candados, seis horas y media antes de que el gobernador civil de Cádiz, Mariano Baquedano, hiciera los honores "no sin grandes dificultades -tal y como decía el diario-, ya que por su nerviosismo no acertaba a introducir la llave". La apertura fue recibida con aplausos y algunos cohetes en ambos lados, aunque unos desaprensivos enturbiaron la celebración al quemar, casi en el mismo instante, cuatro vehículos -dos gibraltareños y dos ingleses- frente a la piscina de La Línea.

La normalización deseada por todas las partes trajo consigo un nuevo problema para los ciudadanos que, aunque ha sido mitigado desde la constitución del Foro de Diálogo sobre Gibraltar y la habilitación de doble carril en ambas direcciones y de una señalización específica, no ha sido aún resuelto del todo para desesperación ciudadana: las retenciones de vehículos para pasar la frontera.