“Annus horribilis para el sector”, resumió hace unos días el director general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (260 aerolíneas representadas), y el resumen es aplicable, sin matices, al aeropuerto de Jerez. La terminal sufrió en 2009 su segundo ejercicio consecutivo marcha atrás. La pérdida de conexiones, la fuga de aerolíneas y la disminución de tráfico volvieron a marcar un año que devuelve al aeropuerto al índice de actividad de 2004 y lo sitúa en el vagón de cola de la red de aeropuertos del país.

En 2009 Jerez retrocedió al umbral del millón de pasajeros. A la espera de confirmar los datos de diciembre –mes que aportará en torno a 60.000 usuarios y que tendrá una incidencia mínima en el cómputo del año–, la terminal perdió alrededor de un 17% de viajeros con respecto a 2008, ejercicio en el que ya había acumulado una reducción del 19%.

En dos años el aeropuerto ha perdido 500.000 usuarios y ha finiquitado una década de crecimiento y grandes expectativas de desarrollo. Es cierto que han sido dos años de crisis estructural para la industria del transporte aéreo, pero también lo es que Jerez se ha mostrado como una de las terminales más débiles a la hora de afrontar este gris panorama.

Un indicador de esta realidad es que, en el último ejercicio, el aeródromo gaditano ha duplicado la tasa de caída de tráfico de la red de Aena, que se situó en el 8,7%. Todas las compañías vieron disminuidas sus ventas en Jerez salvo las foráneas Air Berlin y Condor; Iberia, baluarte de la terminal, lo hizo en un 10%.

Otro indicador de la debilidad de la antigua terminal de La Parra lo podemos encontrar en sus pantallas, donde la programación de vuelos es cada vez más exigua y menos competitiva. Este invierno, la oferta de vuelos regulares a destinos nacionales se limita a Madrid (Iberia y Ryanair), Barcelona (Vueling) y Palma de Mallorca (Air Berlin). La programación internacional es todavía peor: no existen vuelos diarios con ningún destino y las opciones se limitan a un puñado de enlaces semanales con Londres (Ryanair) y varias ciudades alemanas.

La peor noticia del recién despedido 2009 en el aeropuerto ha sido la marcha de Spanair. La aerolínea, artífice del crecimiento de la terminal desde su desembarco en 2005, eliminó en noviembre sus rutas desde Madrid y Barcelona dentro de un plan particular de recortes. Como han hecho varias predecesoras al abandonar Jerez, Spanair baja rentabilidad en las rutas. En 2008, la compañía aportó el 18% de los usuarios del aeropuerto. Por eso su pérdida será difícil de reparar.

Únicas señales positivas en esta temporada han sido la apertura de una ruta a Barajas por parte de Ryanair, que ha ofrecido al Patronato de Turismo un plan para incrementar operaciones en Jerez, y la continuación de las obras de ampliación del aeropuerto, un proyecto anticíclico, a la espera de tiempos mejores.