La Audiencia Provincial de Cádiz ha absuelto a uno de los cuatros marroquíes juzgados a finales del pasado año por transportar inmigrantes ilegales en Barbate. Para el tribunal de la Sección Tercera, no existen pruebas suficientes que acrediten que Y. H., para el que la Fiscalía solicitó la pena de siete años de prisión, participase en el traslado de los inmigrantes que llegaron la madrugada del 19 de noviembre de 2016 a la playa de la Hierbabuena en una patera.

Lo que sí ha quedado probado es que otra persona, cuya identidad se desconoce, utilizó un vehículo propiedad de Y. H. para transportar a los inmigrantes el día del desembarco. El ahora exculpado "no tenía conocimiento del uso que se le iba a dar a su coche", argumenta el tribunal gaditano. "Se lo prestó a un amigo suyo, al que no ha visto más, para ir a trabajar".

Los otros tres marroquíes enjuiciados en esta causa han sido condenados a cuatro años y tres meses de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Además, uno de ellos también ha sido condenado por un delito contra la seguridad vial a la pena de seis meses de prisión.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Juan José Parra, no es firme y ya ha sido recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Hechos probados

El tribunal de la Sección Tercera ha declarado probado que la madrugada del 19 de noviembre de 2016 accedieron a la playa de la Hierbabuena de Barbate varias embarcaciones de madera que trasladaban inmigrantes de origen marroquí. Dichas personas habían iniciado el viaje en patera desde Marruecos en la tarde-noche del 17 de noviembre. Durante la travesía, que duró más de 24 horas, el peligro para la vida y la integridad física de los inmigrantes fue evidente.

La patera, especifica la sentencia, tenía ocho metros de eslora y estaba provista de un motor de 25 cv. "Iba sobrecargada dadas sus dimensiones, pues trasladaba a unas 25 personas, y aunque no presentaba deficiencias excesivas, era necesario, ya desde el inicio de la travesía, que los inmigrantes achicaran el agua que se colaba en la patera con peligro de hundimiento. 

Las circunstancias meteorológicas fueron además adversas, ya que al acercarse la embarcación a la costa de Barbate, el gran oleaje hacía que la misma se tambalease con peligro de volcar. 

Cuando los ahora condenados se percataron de la presencia policial, trataron de huir, embistiendo incluso a una patrullera de la Guardia Civil

Los tres condenados (y un cuarto procesado ya fallecido), de común acuerdo con terceras personas no identificadas que organizaron el viaje en patera desde Marruecos, quedaron encargados de recoger a los inmigrantes una vez que tomasen tierra en España, "sabedores todos ellos de que esas personas accedían al territorio nacional de forma clandestina por un puesto fronterizo no habilitado, eludiendo el control de las autoridades y vulnerando, por tanto, la legislación española".

Tal y como recoge la resolución judicial, los tres marroquíes condenados por este caso realizaron las referidas funciones de transporte "a cambio de un precio, puesto que no tenían ningún vínculo personal ni familiar con los inmigrantes trasladados".

Así, el día de los hechos, los tres implicados se dirigieron a un lugar concreto del Parque Natural de la Breña de Barbate en tres vehículos (un Seat León, un Seat Toledo y una Renault Kangoo) con el fin de recoger a los inmigrantes que llegaron a las costas españolas.

Durante el desarrollo de las funciones que tenían encomendadas, apunta la sentencia, los marroquíes se percataron de la presencia policial y trataron de huir a gran velocidad en sus respectivos coches, si bien fueron inmediatamente interceptados. Uno de ellos llegó a embestir al vehículo de la Guardia Civil para intentar escapar, pero no lo consiguió.