La comisión de gobierno de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir dio ayer el visto bueno a la propuesta de la presidenta, María José Fernández (PSOE), de suspender todos los programas que siguen "vivos" en el ente, como escuelas taller y proyectos de promoción turística o equipamiento de playas. Ello supondrá que otros 106 trabajadores (incluidos alumnos) quedarán libres para cobrar el paro o buscar otro empleo. La decisión se toma por la imposibilidad de seguir haciendo frente a los gastos que suponen, lo que está mermando su calidad, y acabar con el "sufrimiento" de un personal que no cobra desde hace ocho meses.

La propuesta se aprobó en una comisión que se convocó para ayer, después de que los alcaldes pidieran, en otra que se celebró el viernes y en la que estaba previsto abordar el mismo asunto, que se aplazara la decisión hasta conocer en profundidad la situación cada programa, alguno de los cuales afecta a servicios que tendrán que asumir los consistorios.

Por otro lado, se dio cuenta y se aceptó la dimisión del gerente, José Antonio Navarro. En el orden del día figuraba la designación de un secretario interventor del cuerpo nacional para afrontar el proceso que aún queda por delante. La presidenta y alcaldesa de Lebrija mantiene su propósito de convocar antes del verano la asamblea en la que se vote la disolución del ente.