El alcalde de Villaluenga del Rosario, Alfonso Moscoso (PSOE), cumplirá el próximo martes la más llamativa de las promesas que planteó en la campaña electoral de los comicios municipales celebrados en mayo de 2007: pagar 3.000 euros por cada recién nacido que sea empadronado y pase a residir en este pueblo, el más pequeño de la provincia gaditana con una población que sigue siendo inferior a los 500 habitantes.

En total, el Ayuntamiento payoyo abonará la próxima semana 27.000 euros por los nueve natalicios habidos a lo largo de 2008. La entrega de estos cheques a los padres de los recién nacidos se llevará a cabo en un acto que tendrá lugar a las doce del mediodía del próximo martes en la sala de plenos del Ayuntamiento payoyo.

Aunque la cantidad económica a desembolsar resultaría una nimiedad para cualquier otro municipio, no lo es en el caso de Villaluenga, ya que esta cifra supone para esta población nada menos que el 1% del presupuesto total de un año, que está situado en torno a los 2,5 millones de euros.

Para poder reunir esta cantidad, el Ayuntamiento que preside Alfonso Moscoso ha tenido que hacer ingeniería financiera, reservando una partida de 18.000 euros del presupuesto del año pasado y arañando otros 9.000 euros de las previsiones económicas del ejercicio recién iniciado.

El compromiso del regidor villaluenguense es mantener estas ayudas al menos en lo que resta del actual mandato corporativo, que culmina a mediados de 2011.

Esta promesa electoral planteada en 2007 por el entonces candidato del PSOE a la reelección como alcalde de Villaluenga tenía como principal pretensión favorecer la repoblación de esta localidad y frenar su sangría demográfica. En concreto, la promesa contemplaba un pago único de 3.000 euros a la pareja que, a partir del año 2008, tuviera un bebé que fuera empadronado y residiera en Villaluenga. También se añadía en esta lista de beneficiarios a la pareja o persona que adoptara a un menor de tres años y que, al igual que en los casos anteriores, se integrara como vecino en el pueblo. La única excepción planteada en la iniciativa fue la familia del propio alcalde.

Esta promesa de ayuda económica, del todo punto pionera en la provincia de Cádiz, parece que, al menos de momento, ha cumplido su objetivo de incentivar la natalidad en el pueblo más pequeño del territorio gaditano, ya que los nueve natalicios habidos en 2008 superan en mucho la media de los últimos años, cifrada en tres o cuatro bebés empadronados en un ejercicio.

En la primera mitad de esta década Villaluenga del Rosario había logrado frenar su sangría demográfica, aunque el número de empadronados sólo aumentaba a cuentagotas. En los dos últimos ejercicios, sin embargo, la situación ha variado, aunque tampoco de manera muy llamativa. Así, y siempre según los datos oficiales del INE, el pueblo payoyo perdió cinco habitantes en 2006 y uno en 2007, siendo su padrón a fecha de 1 de enero de 2008, cuando aún no se habían librado estas ayudas, de 475 vecinos.