Adaptar las líneas de autobús urbano a las necesidades de la ciudad, que ponen de manifiesto, de hecho, los ciudadanos. Ésa es la filosofía que rige el trabajo que realiza ahora la Delegación Municipal de Transportes, que dirige Daniel Nieto, para atender a la demanda de los vecinos. La cuestión se centra ahora en si las modificaciones que se analizan provocarían más beneficios que perjuicios al grueso de los usuarios del transporte público de La Isla. Varias fueron las peticiones de los representantes vecinales en la reunión mantenida la semana pasada con el responsable del área. Sus demandas son estudiadas ahora, con más posibilidades para unas que para otras.

La que no tardará en desarrollarse es la prolongación de la línea 1 desde Constitución hasta avenida de La Marina, pasando por San Onofre. Esto y la solicitud de que exista una parada justo a la altura de San Quintín son factibles, sin entorpecer el funcionamiento actual de esta ruta, según reconoce Nieto. Por eso, apenas se ultiman algunos detalles para que este autobús amplíe su itinerario entre semana y en horario escolar. De esta forma, se cubre la necesidad que tienen los residentes del sector III de Camposoto y de Buen Pastor de llevar a sus hijos a colegios como el Liceo, el Raimundo Rivero o el Reina de la Paz.

Esta medida, de cualquier manera, será provisional, mientras no se conectan Batallones de La Isla con Santo Entierro por donde circulará el autobús en un futuro.

La sugerencia de las entidades de Casas Blancas, Tercio de Flandes y San Quintín para ampliar la línea 1 hasta La Casería para que los vecinos de la zona puedan llegar al hospital de San Carlos también se puso sobre la mesa. Los obstáculos para que se lleve a cabo son que el paso a nivel de la estación se encuentra todavía cerrado al tráfico y el hecho de que estén a punto de iniciarse obras en la calle Juan Sebastián de Elcano que conducen a las dependencias hospitalarias.